Aunque es muy ambicioso, el proyecto del nuevo marco curricular 2022 para educación básica es asequible, siempre y cuando las autoridades involucren en su discusión a maestros, estudiantes y padres de familia para “enriquecer” la propuesta, consideró el investigador Ángel Díaz Barriga, experto en temas educativos.
Durante un foro organizado ayer por la Secretaría de Educación Pública (SEP), el especialista hizo ver que muy pocos docentes conocen la propuesta de modificación hecha por el gobierno, cuando las reformas “sólo tendrán vida y significado si los maestros las enriquecen”, como parte de una serie de cambios y ajustes necesarios.
“Los currículos de educación básica deben hacerse de forma “deliberativa” y tomando como referencia los fenómenos y problemas cotidianos que viven los estudiantes, en vez de partir de un “contenido rígido y desconectado de la realidad”, manifestó.
Luego de señalar que la formación del marco curricular no debe presentarse como una propuesta acabada y cerrada, el investigador emérito del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM subrayó que “es un proyecto ambicioso porque es una transformación radical, pero es una utopía posible que podrá enriquecerse a través de las experiencias docentes”.
Durante el foro, la titular de la SEP, Delfina Gómez, coincidió en que los docentes no son empleados que deban seguir órdenes de forma mecánica, sino profesionales con capacidad de adaptar sus propios métodos de enseñanza, por lo que el organismo a su cargo no ha presentado una propuesta de marco curricular “acabada”, sino abierta a cambios.