Aleatica, antes OHL, no pierde el optimismo de vender “su negocio” en el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT) al gobierno federal para que este último controle el Sistema Aeroportuario Metropolitano (SAM), concepto bajo el cual se perfiló la operación simultánea de las instalaciones de Santa Lucía y de la Ciudad de México.
Con operaciones en picada y subutilizado, el activo no ha representado más que pérdidas para la compañía en al menos los pasados tres años, 415 millones de pesos. Incluso, durante 2021, cuando otras instalaciones se recuperaban del primer impacto de la pandemia de coronavirus, el AIT vio una caída anual de 77.7 por ciento en el flujo de pasajeros.
Luego de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que se construía sobre terrenos del lago de Texcoco, las autoridades federales comenzaron a hablar del SAM, –proyecto bajo el cual se incluía el reordenamiento del espacio aéreo para que el AIT, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el de la Ciudad de México (AICM) operaran de manera simultánea.
En ese contexto, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) formalizó el 25 de febrero de 2020 la intención de comprar 49 por ciento de las acciones de la Administradora Mexiquense del Aeropuerto Internacional de Toluca (AMAIT) que están en poder de Aleatica; el gobierno del estado de México es propietario de 26 por ciento y Aeropuertos y Servicios Auxiliares del 25 por ciento restante.
La pandemia irrumpió y generó una crisis en la aeronáutica. Sin una perspectiva de mejora en el corto plazo, el 10 de junio el GACM confirmó su interés en comprar las acciones de la AMAIT, pero advirtió que el proceso demoraría dada la emergencia sanitaria. Están por cumplirse dos años de que la negociación fue congelada, pero Aléatica aún espera que se concrete la venta, de acuerdo con su más reciente reporte anual enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
“A la fecha de la emisión de este reporte anual, la transacción está sujeta al acuerdo, firma e implementación de los documentos definitivos necesarios para llevar a cabo la misma, incluyendo el correspondiente contrato de compraventa. Asimismo, la transacción está sujeta a la obtención de las autorizaciones corporativas, gubernamentales y de terceros que sean necesarias”, informó al público inversionista.
Aleatica reconoce que la “venta podría no realizarse” en caso de que el gobierno federal cambie sus planes sobre el SAM, pero en cualquiera de estos escenarios, no advierte perspectivas de crecimiento en la instalación que tiene permiso de explotar hasta 2055.
Reconoce que tras una inversión de 4 mil 184 millones de pesos desde junio de 2006 –cuando inició su concesión– y el cierre de 2021, el AIT tiene una “capacidad limitada de crecimiento futuro”. A la fecha podría atender a 8 millones de pasajeros anualmente, pero el año pasado recibió apenas a 29 mil 81.
No sólo se quedó en 0.36 por ciento de su capacidad instalada por el número de pasajeros, también vio un desplome de 77.7 por ciento en el flujo de éstos, pues en pleno primer año de la pandemia atendió a 130 mil 410. También las operaciones pasaron de 2 mil 207 a 827, una caída de 62.5 por ciento.