Montevideo. Contra la versión oficial, en las últimas semanas han aparecido en El Salvador versiones periodísticas que ratificarían la existencia de negociaciones entre el gobierno de Nayib Bukele y las pandillas. La ruptura del pacto es la principal prueba de su existencia y sus consecuencias han sido nefastas, incluida la matanza de 87 personas en un fin de semana y la posterior aplicación de un controversial régimen de excepción.
Además, el problema político es inminente, ya que Bukele ha sostenido que la histórica caída de los homicidios en su gobierno se debió a las políticas de seguridad y nunca admitió la existencia de negociaciones con grupos criminales.
El Faro publicó antier una nueva investigación con base en siete audios en los que Carlos Marroquín, director de Reconstrucción del Tejido Social, una de las figuras más cercanas al gobierno, responsabiliza de la ruptura del acuerdo con las pandillas al ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, a quien califica de “loco”.
Divulgan audios
Entre otras cosas, el negociador gubernamental reconoce en los audios que las conversaciones con las pandillas duraron “casi dos años y medio”. En esta crisis por la ola de homicidios, Marroquín envió un audio en el que aseguraba que le estaba transmitiendo mensajes de las pandillas a Batman –así denominaban a Bukele en estas conversaciones–, que llegó incluso a molestarse por las “amenazas” de los criminales.
Además de los audios, cuya veracidad fue confirmada en auditorías independientes, El Faro publicó testimonios de tres líderes pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS-13) que justifican la matanza de marzo pasado porque los negociadores del gobierno “hicieron cosas que no tenían que hacer”, entre ellas capturar a delincuentes que asistían a las reuniones “a dialogar”.
El gobierno de Bukele no ha hecho comentarios sobre estas revelaciones y tampoco respondió a los periodistas que trabajaron en el informe.
Dos investigaciones anteriores de El Faro, a mediados de 2020 y en agosto de 2021, ya habían mostrado evidencias de negociaciones entre Bukele y las pandillas MS-13, Barrio 18 Sureños y Barrio 18 Revolucionarios.
El mandatario asumió el cargo en junio de 2019 y logró bajar notoriamente las cifras de homicidios (en 2015 había un promedio diario de 20 asesinatos y en este año llegó a tener días sin homicidios), situación que ayudó a mantener su popularidad en niveles altos.
A finales de abril, otra nota de la cadena británica BBC publicó testimonios de integrantes de Barrio 18 Sureños que ratificarían las negociaciones con Bukele, a tal punto que afirmaron que ayudaron con “votos y con seguridad” en sus territorios en las últimas elecciones.
Tras el fatídico fin de semana de marzo que dejó un saldo de 87 muertos en tres días, el gobierno impulsó, a instancias de su mayoría en la Asamblea Legislativa un régimen de excepción en el país por 30 días. Esa medida se extendió por otros 30 días y el saldo es de miles de personas detenidas.