Cuernavaca, Mor., Propietarios de tortillerías en Morelos exigieron al gobierno del estado, que encabeza Cuauhtémoc Blanco, y al presidente Andrés Manuel López Obrador que les vendan la tonelada de maíz al precio al que compra Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), 6 mil pesos, pues ahora pagan 9 mil.
El incremento del precio del maíz, que a principios de 2022 costaba 6 mil pesos por tonelada, originó el encarecimiento de la tortilla, que alcanzó 25 pesos por kilo, señaló el presidente del Consejo de la Industria de la Masa y la Tortilla de Morelos, Antonio Vázquez.
“El kilo de tortilla tiene un precio hasta de 25 pesos, consecuencia de los aumentos en maíz, gas, electricidad, gasolina y diésel”.
Insistió en que se han visto obligados a aumentar el precio porque con estas alzas al maíz no pueden mantenerlo entre 18 y 20 pesos.
El gremio pidió a los gobiernos estatal y federal apoyos para los 3 mil 500 establecimientos de masa y tortilla en la entidad a fin de que puedan conseguir maíz al mismo precio que Segalmex. De lo contrario, advirtió el dirigente, seguirá el aumento del precio de la tortilla o cerrarán negocios. En los últimos cuatro meses, añadió, han bajado sus cortinas al menos de 30 establecimientos en Morelos por los altos costos de los insumos.
“No tenemos ningún apoyo de los gobiernos federal, estatal o municipales y hemos pensado que la única solución para evitar el alza de precios es que la Federación nos venda maíz al precio de Segalmex”, reiteró Antonio Vázquez.
En Morelos hay tres bodegas del organismo conformado por Diconsa y Liconsa: una en Tepalcingo, otra en Alpuyeca y una en Atlatlahuacan, que reparten o venden maíz en sus tiendas, pero no a los tortilleros.
Morelos requiere 70 mil toneladas de maíz al año; sin embargo, la semilla no se siembra en el estado, pues casi la mitad del grano lo compran a Guerrero y Sinaloa.
Vázquez afirmó que de los 3 mil 500 negocios que hay en el estado, representa a 2 mil 450 tortilleros, y varios han empezado a despedir trabajadores. Cada negocio emplea de tres a seis personas, “pero con el aumento de costos es difícil mantener a estas familias”, lamentó.