Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por haber enviado a los estudiantes de medicina a sus casas, en lugar de convocarlos a enfrentar la pandemia de covid-19, la Facultad de Medicina (Facmed) defendió que en los dos años de emergencia sanitaria continuó con su misión de formar profesionales “altamente calificados, éticos y humanistas en beneficio del ser humano y de la nación”.
En un video difundido en redes sociales, destacó que en este periodo poco más de 2 mil estudiantes de licenciatura de médico cirujano presentaron su examen profesional, se titularon 11 de investigaciones biomédicas básicas, 175 de fisioterapia, 42 de ciencia forense y tres alumnos de la primera generación de la licenciatura en neurociencias.
Además se graduaron 6 mil 312 médicos residentes y 2 mil 24 especialistas concluyeron posgrados de alta especialidad.
La Facmed tiene una población escolar de poco más de 10 mil alumnos en las seis licenciaturas que ofrece, en tanto que en posgrado son poco más de 11 mil.
Enfatizó que desde el inicio del confinamiento “continuó sin pausa sus actividades. Para ello una gran parte de la matrícula docente se capacitó en el uso de las herramientas digitales para impartir 273 mil 877 horas en línea”.
En tanto, estudiantes consultados reprocharon que el Presidente no se acerque directamente a las personas involucradas para conocer la situación de los médicos.
El ex consejero universitario Samuel Bravo dijo que los residentes “estuvieron en la atención a los enfermos de covid, algunos dejando de lados sus actividades propias”.
Los alumnos, por otro lado, “no podían estar ahí porque no tenían las facultades, están estudiando”. Recordó que fue la autoridad sanitaria federal la que solicitó a los titulares de hospitales y jurisdicciones sanitarias que los estudiantes no acudieran.
En cuanto a que no todos los médicos brindan sus servicios en comunidades rurales, mencionó que esto tiene que ver con la inseguridad. Es común, dijo, escuchar entre colegas que “en los lugares en donde el crimen organizado prevalece, es difícil ejercer porque no están seguros”.