Aunque México “no es necesariamente un país de destino” para los migrantes que transitan por territorio nacional, ahora los tiempos de permanencia son más prolongados, por lo que el gobierno tiene que dar alojamiento, servicios básicos, empleos y priorizar mecanismos para una estancia regular, afirmó Miguel Ángel Aguilar Dorado, coordinador del Centro de Estudios Migratorios de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas, dependiente de la Secretaría de Gobernación.
Durante el primer día del Foro de Examen de la Migración Internacional, que se realiza en Nueva York, el funcionario sostuvo que las políticas restrictivas en los países de destino generan pasos irregulares cada vez más costosos y peligrosos para los migrantes. Ello provoca, a su vez, la inclusión de otros actores, como el crimen organizado o traficantes.
Dijo que según una investigación de esa dependencia, los migrantes de Centroamérica pagan unos 4 mil 325 dólares a los traficantes de personas para pasar por el desierto de Sonora a Arizona. “Estas redes del crimen no se limitan a México y Centroamérica, son grupos que vienen desde Brasil y tienen vínculos con más países. Estamos hablando de procesos multifocales”, agregó.
En el foro, representantes de distintas naciones participan en la plataforma mundial intergubernamental para dialogar y compartir los avances del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, apuntó la Secretaría de Gobernación.