Eileen Shakespeare es un monólogo donde se escucha a una mujer de la Inglaterra isabelina, pero cuya trayectoria vital en el espacio-tiempo teatral cruza el portal de todos los tiempos. La obra evoca el instinto, la rebeldía, la necesidad creativa y de expresión de un corazón humano que se mueve y da la batalla en las arenas movedizas de la condición humana.
La actriz y directora Guillermina Campuzano estrenará este monólogo, de la autoría del francés Fabrice Melquiot, el 26 de mayo, y permanecerá hasta el 19 de junio en el Teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque (CCB).
Eileen Shakespeare no es un personaje, es la hipótesis de qué hubiera ocurrido con Shakespeare de haber nacido mujer. Es una voz colectiva, que ha quedado enclaustrada entre los siglos XVI y XXI –los que se superponen poéticamente en la obra–, un alma atrapada en una dolorosa no existencia: la de la escritura que no ha llegado a ser.
A partir de la premisa formulada en el ensayo Un cuarto propio, de Virginia Woolf, de volver a articular ese cuerpo de lo femenino despojado, Fabrice Melquiot retoma en la obra teatral Eileen Shakespeare la reflexión de Woolf sobre esta hermana hipotética de Shakespeare.
A propósito del estreno de la obra que produce Conexión 222, Guillermina Campuzano explica a La Jornada que desde hace cuatro años prepara este montaje que “narra el itinerario ejemplar de una mujer que nació en la época isabelina, específicamente hermana de Shakespeare, y la pregunta hipotética que surge del texto de Woolf respecto a qué hubiera pasado si William Shakespeare hubiera sido mujer.
“Sigue siendo válido preguntarse contra qué tipo de lastres culturales tiene que seguir luchando o qué espacios ha conquistado la mujer desde los tiempos de Woolf…, o de Shakespeare como dimensión del pensamiento, más allá de la verosimilitud de la fábula y de la ideología de género.”
La directora afirma que en el montaje hay un posicionamiento feminista sobre un universo femenino, ya que refleja los obstáculos que vivieron las mujeres en la época isabelina. “En esa época no había cabida para las mujeres en la escena, todos los personajes femeninos eran representados por hombres, este proyecto es para dejar de ver los escenarios dantescos de mujeres desaparecidas.
“El autor pone en la mesa los lastres culturales a los que somos sujetas y sometidas las mujeres desde las microviolencias en la casa por nuestros padres y hermanos, por eso es la hermana hipotética y queremos poner a ambos sexos en hermandad de poder observarse, de saber que lo que hacemos es interdependiente y que es mucho mejor tener lazos afectivos que guerras.”
En el monólogo de Melquiot, Eileen es desposada contra su voluntad con un comerciante de lana. Ante su deseo de escribir y recitar, abandona a la familia para probar suerte en Londres.
Muestra los pechos en los antros de mala muerte a cambio de unos peniques, después, debido a que el teatro está reservado para los hombres, se traviste y se hace llamar William para poder aparecer en escena. Mientras las obras firmadas por William Shakespeare triunfan, a Eileen la desfigura la peste y se convierte en una mendiga que acabará quemada viva.
Campuzano considera que Eileen Shakespeare visibiliza la situación de desigualdad de las mujeres y que no importa el tiempo o el avance en la tecnología, porque “seguimos perpetrando en contra de las mujeres los mismos tipos de violencia”.
Fabrice Melquiot, a través de un lenguaje poético y simbólico, alejado de sicologismos, construye un flujo de consciencia ambiguamente preciso, que despierta universos de resonancias y asociaciones tan poéticas y esotéricas como sociales y políticas.
La versión en español de Eileen Shakespeare, que estuvo a cargo de Manuel Ulloa Colonia y con música en vivo de Julio Gándara, se presentará en el Teatro El Granero Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque (avenida Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n), con funciones los jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingo a las 18 horas.