Ciudad de México. En la conmemoración del Día del Maestro, miles de docentes se movilizaron ayer en la capital del país y en diversos estados para exigir el ejercicio pleno de sus derechos, el acceso a un salario y pensión dignos, así como la estabilidad en el empleo. Aseguraron: “No tenemos nada qué celebrar”.
Tras conocerse el incremento de 7.5 por ciento al salario del magisterio, señalaron que “resulta insuficiente para cubrir el deterioro acumulado de 44 por ciento en el poder adquisitivo de los trabajadores de la educación”.
Pedro Hernández Morales, secretario general de la sección 9 de la Ciudad de México, detalló que el aumento de 5 por ciento directo al salario, y de 2.5 en prestaciones, tiene un impacto de 18.8 pesos diarios de incremento, lo que se eleva a 282 pesos quincenales y 565 pesos al mes. Cifra que, consideraron los educadores, “queda rebasada por mucho ante el impacto de la inflación”.
Antes de la marcha convocada la mañana de ayer del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aseguraron que el reconocimiento a la labor del maestro “se hace con hechos y no con discursos”, por lo que rechazaron acudir al acto conmemorativo convocado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), a la que asistió el presidente Andrés Manuel López Obrador.
El magisterio disidente reiteró su llamado al mandatario federal para que “cumpla su palabra y haga justicia para los 43 estudiantes normalistas desaparecidos; para que abrogue totalmente la mal llamada reforma educativa, y no nos mantenga en un estado de excepción laboral con la Ley Usicamm (Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros); que reabra la Escuela Normal Rural del Mexe, en Hidalgo; y que escuche al magisterio que sigue en pie de lucha, no al que se puso de rodillas”.
Acompañado de los dirigentes magisteriales de Guerrero, Héctor Torres, y de Michoacán, Gamaliel Guzmán, Pedro Gómez Bámaca, secretario general de la sección 7 de Chiapas, afirmó que este Día del Maestro “no tenemos nada qué celebrar. Han sido muchas las promesas de campaña que hicieron, y que hoy, tres años después, siguen sin cumplirse”.
Por ello, llamó al magisterio nacional a mantener la unidad y la organización. “No podemos darnos el lujo de despreciar cualquier esfuerzo de organización para impulsar una verdadera transformación educativa y del país”.
En un mitin en la Plaza de la Constitución señaló que el magisterio disidente “quizá no estaba preparado para enfrentar a un gobierno con un doble discurso político, pero venimos a reiterarles que no nos van a poner de rodillas. Seguiremos en la lucha, aunque implique volver a las calles”.
Luego de que la SEP anunció un aumento salarial de 7.5 por ciento para los trabajadores de la educación –con una inversión de 25 mil millones de pesos– y que se aplicará de forma escalonada de uno a tres por ciento para maestros con ingresos menores a 20 mil pesos, Hernández Morales insistió en que “no resuelve la pérdida acumulada del poder adquisitivo”.
Por la noche, tras concluir su Asamblea Nacional Representativa, la dirigencia nacional de la CNTE acordó apoyar la instalación, frente a las oficinas de la SEP, de un plantón de denuncia del magisterio michoacano.
Lo anterior, a fin de exigir el pago de salarios a más de mil 200 trabajadores eventuales, 500 profesores con compensación y regularización de todos los cambios de centro de trabajo de docentes en activo, quienes cada quincena enfrentan la suspensión de pago.
Desde hace meses se instalaron mesas tripartitas y “se suscriben los acuerdos, pero no se cumplen en los hechos”.