Los Ángeles., Una persona murió y cuatro resultaron gravemente heridas ayer en un tiroteo perpetrado en una iglesia cercana a Los Ángeles, informaron autoridades, al tiempo que residentes de Buffalo, en el estado de Nueva York, se congregaron en vigilias y servicios religiosos para despedir a las 10 personas asesinadas a tiros por un adolescente supremacista, ante lo cual, el presidente Joe Biden llamó a hacer frente al “odio que sigue siendo una mancha en el alma de Estados Unidos”.
En otro incidente con armas de fuego, dos personas murieron y tres fueron trasladadas a un hospital tras un tiroteo cometido en un bullicioso mercado de segunda mano de Houston. Los disparos en el mercado al aire libre se derivaron de un “altercado” en el cual participaron cinco personas y en el que hubo al menos dos armas, indicó el comisario del condado Harris, Ed Gonzalez, quien añadió que ningún “transeúnte inocente” resultó herido.
Los agentes detuvieron a una persona y recuperaron un arma tras la balacera en la iglesia presbiteriana Ginebra de la ciudad de Laguna Woods, tuiteó el departamento policial del condado de Orange, en California.
Una quinta persona sufrió heridas menores, señalaron funcionarios. Todas las víctimas son adultos.
Laguna Woods es una ciudad de unos 16 mil habitantes ubicada 81 kilómetros al sureste del centro de Los Ángeles.
La oficina del gobernador Gavin Newsom indicó en Twitter que seguía la situación de cerca. “Nadie debería sentir temor al acudir al templo donde rinde culto. Nuestros pensamientos están con las víctimas, la comunidad, y todos los afectados por este trágico evento”, manifestó.
Mientras, el comisario de la policía de Buffalo, Joseph Gramaglia, declaró que el sospechoso del ataque en el supermercado que dejó 10 muertos y tres heridos el sábado, hizo un “reconocimiento” del barrio afroestadunidense que rodea el Tops Friendly Market y aseguró que el joven de 18 años condujo hasta allí desde su ciudad natal, Conklin, ubicada a más de 322 kilómetros de distancia.
El sospechoso, quien fue identificado por las autoridades como Payton Gendron, fue inculpado la noche del sábado por un cargo de homicidio en primer grado y quedó detenido sin posibilidad de fianza, informó el fiscal del condado de Erie, donde se encuentra Buffalo. El detenido se declaró no culpable.
Agentes federales entrevistaron a los padres de Gendron y registraron varias propiedades, informó una fuente policial. El joven atrajo la atención de la policía el año pasado cuando amenazó con disparar en la secundaria Susquehanna, a la cual asistía, durante los días de graduación.
Gendron veía portales de Internet de supremacistas blancos y teorías conspirativas racistas, y había estudiado la matanza cometida Christchurch, Nueva Zelanda en 2019, y la de Noruega en 2011, indicó una fuente oficial.
Biden condena el extremismo racista
Biden, al hablar en Washington en un acto en honor a los policías caídos, condenó el extremismo racista y comentó que el pistolero, “con armas de guerra y un alma odiosa, disparó y mató a 10 personas inocentes a sangre fría” .
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, calificó la matanza de “ejecución de estilo militar”. Añadió que el tirador llevaba un rifle AR-15 y que los mensajes racistas se están “extendiendo como incendio forestal”, en especial en Internet.
Esta matanza evocó otros ataques racistas, como el perpetrado por un joven blanco en una iglesia de Carolina del Sur en 2015 que mató a nueve fieles, o el de un hombre blanco en Texas que terminó con la vida de 23 personas, la mayoría latinas, en 2019.
Medios de prensa relacionaron al atacante con un manifiesto de 190 páginas sobre la supremacía blanca y exponía formas de atacar un barrio mayormente habitado por negros.
El senador por Nueva York, Charles Schumer, manifestó que el racismo es “el veneno de Estados Unidos” y sostuvo: “debemos abordar el flagelo de la violencia y finalmente prohibir las armas de guerra en nuestras calles”.
Sin embargo, los esfuerzos anteriores del Congreso para endurecer las leyes, generalmente se han quedado cortos, incluso después de algunos de los tiroteos más trágicos en el país.
Al cierre de esta edición, se informó que un joven de 16 años fue asesinado cerca de la escultura The Bean, un atractivo turístico ubicado en Millennium Park del centro de Chicago, por lo que se impuso un toque de queda para menores.