Ciudad de México. Las imágenes de Graciela Iturbide (Ciudad de México, 1942) han documentado nuestro país de manera sorprendente y poética. Con esa misma fuerza ha registrado otras culturas en el mundo. Su vocabulario visual y su manera de expresarse han inspirado a muchos fotógrafos. Con motivo de sus 80 años, cinco fotógrafos nos comparten la influencia que ha tenido sobre su obra.
“Fue como si me faltara el aire; me conmovió muchísimo”, recuerda Karina Juárez (Morelia, 1987), fotógrafa mexicana que vive en Marsella, Francia, sobre la primera vez que vio el trabajo de Iturbide en la biblioteca del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, en Oaxaca.
Juárez recuerda haber tenido la sensación de que Iturbide había plasmado lo que ella apenas estaba descubriendo al trabajar como fotógrafa de prensa. Recientemente, al terminar un autorretrato, le recordó una de las icónicas imágenes de Iturbide, Mujer ángel. “Tiene una pose muy similar”.
El fotógrafo mexicano Yael Martínez (Taxco, 1984), quien en 2020, se volvió miembro nominado de la Agencia Magnum Photos, recuerda que tenía 18 años cuando conoció el trabajo de Iturbide. “Fue uno de mis referentes más fuertes. Su poética es muy particular: transforma la realidad en términos simbólicos de manera contundente”, dice Martínez. Él también sintió afinidad con la obra de Iturbide. “Hace poco revisé mis fotografías y encontré una en particular, Levantada de cruz (2022), en la que veo un diálogo con la imagen Mujer ángel (1980). Ella influenció mi manera de vincularme con el mundo y la manera metafórica en la que trabajo”.
Los temas y la forma de fotografiar de Iturbide atrajeron a distintos fotógrafos. Algunas de las primeras obras de Pablo López Luz (Ciudad de México, 1979) estaban inspiradas por ella.
Incluso viajó a India, lugar que Iturbide retrató en los años 90, y recuerda haber fotografiado pájaros, siluetas, paisajes, y figuras a contraluz, elementos que forman parte de la iconografía visual de la homenajeada.
“Me interesa su poesía visual y la manera en que se relaciona con el mundo”. El año pasado, López Luz fue comisionado por la Foundation Henri Cartier-Bresson para fotografiar el estudio de Iturbide. Allí realizó una imagen de un pochote como homenaje a las fotografías de plantas que ella hizo en el jardín Etnobotánico de Oaxaca, hace más de 20 años.
La influencia de Iturbide no se limita a México. En 2018, Jo Ratcliffe (Ciudad del Cabo, 1961), una de las fotógrafas más reconocidas de Sudáfrica, fue invitada por el festival HacerNoche para exhibir y producir nueva obra en Oaxaca en colaboración con el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa).
Durante su estadía realizó una imagen pensando en Iturbide. “Es un autorretrato y un tributo”, dice Ractliffe. Sin embargo, en la foto no aparece ella, sino la pintora Penny Siopis. “Viendo a Penny en el estudio, pensé que podría usarla para representarme. Me encantan los autorretratos en los que Iturbide coloca pájaros en sus ojos”. A falta de pájaros, Ratcliffe utilizó flores de campana que se marchitaron durante la sesión.
El trabajo de Iturbide retiene una belleza hipnótica para muchos fotógrafos de estilos y lugares distintos que sienten una compulsión por entrar en su mundo. Logra revelar aspectos singulares de la cotidianidad y mostrar a sus personajes con vitalidad y aprecio. Sus fotos revelan pocos elementos, pero sugieren universos enteros.
Pieter Hugo (Johannesburgo, 1976) es otro fotógrafo sudafricano cautivado por las imágenes de Iturbide. “Descubrí el trabajo de Graciela en Roma, en casa de un amigo; desde ese momento me obsesionó”.
En 2018, viajó a Oaxaca para producir un nuevo trabajo y Hugo se inspiró en las fotografías de muxes que hizo Iturbide en Juchitán. “Esos retratos son icónicos, a la vez que muestran a las personas de manera orgullosa y juguetona”, refiere Hugo. Sobre su experiencia, expresa: “Mi recuerdo perdurable es el de la ternura”.