Gracias al trabajo de poco más de 350 científicos internacionales, entre ellos alrededor de 35 mexicanos, los humanos pudieron ver ayer por primera vez el agujero negro existente en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
En conferencias de prensa simultáneas realizadas en varias partes del mundo, los expertos dieron a conocer la primera imagen del agujero negro supermasivo conocido como Sagitario A* o Sgr A*, cuya masa es 4 millones de veces la del Sol.
En los últimos tres años, la humanidad ha logrado ver las imágenes de los primeros dos hoyos negros que han sido detectados por la red mundial de radiotelescopios. Esta vez, la conjunción de sus observaciones formaron un telescopio virtual del tamaño de la Tierra, con lo que lograron develar el agujero negro de la Vía Láctea, que está a unos 27 mil años luz de nuestro planeta.
La imagen fue producida por un equipo de investigación global llamado Colaboración del Telescopio del Horizonte de Eventos (EHT, por sus siglas en inglés).
En esta labor, realizada por ocho radiotelescopios, participó el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (GTM), operado por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (Inaoe) y apoyado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), explicó David Hughes, director del GTM e investigador del Inaoe.
Este hallazgo aporta “valiosas pistas sobre el funcionamiento de estos gigantes, que se presume residen en el centro de la mayoría de las galaxias”. Los científicos ya habían estudiado estrellas orbitando alrededor de algo invisible, compacto y muy masivo en el centro de la Vía Láctea. Las órbitas permitían postular que Sagitario era un agujero negro.
La imagen publicada proporciona la primera evidencia visual directa de ello y confirma la teoría general de la relatividad de Albert Einstein.
María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt, recordó que en abril 2019 se informó al mundo de “un hito histórico: la captura de la primera imagen de la sombra de un hoyo negro”, ese fue el M87*, ubicado en el centro de la galaxia elíptica gigante Messier 87.
Aseguró que el gobierno ha apoyado el mejoramiento del GTM, instalado en la sierra de Puebla, y que con éste y los expertos nacionales, la “participación de México es importante”, en este hallazgo.
En entrevista posterior, Hughes dijo que estos avances, además de saciar la curiosidad humana sobre el Universo, pueden traducirse en transferencia de tecnología hacia otros campos, pues las cámaras que se utilizaron “tienen mucha sensibilidad en longitudes de onda milimétricas”. Por ello, podría usarse en medicina, para lograr mejores imágenes corporales y realizar menos procedimientos invasivos y tener diagnósticos más exactos. Habló de las posibles utilidades en seguridad nacional y sistemas criogénicos.
Los agujeros negros no pueden verse, porque son completamente oscuros, pero sí se logra captar el gas resplandeciente que los rodea. “El GTM es el radiotelescopio de plato único más grande del mundo, diseñado y optimizado para realizar observaciones en una longitud de onda de un milímetro”.
Luis Zapata González, director del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM, destacó: “confirmamos que Einstein estaba en lo correcto”. Sostuvo que a diferencia del otro hoyo negro identificado en 2019, el de nuestra galaxia presenta una gran variabilidad del gas caliente. “Esto nos dice que cambia en minutos. Desde las observaciones de 2017, que dieron la primera imagen de un hoyo negro, había indicios de la existencia de otro en nuestra galaxia”, expuso.