Nueva York. La Organización de Naciones Unidas (ONU) reclamó ayer el cese de bombardeos a escuelas en Ucrania al tiempo que denunció su uso con fines militares, durante una reunión del Consejo de Seguridad convocada a petición de México y Francia.
“Estos ataques (a las escuelas) deben cesar”, dijo Omar Abdi, funcionario del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Hasta la semana pasada, al menos 15 de las 89 escuelas –una de cada seis– apoyadas por Unicef en el este de Ucrania habían sido dañadas o destruidas”, lamentó.
“Han sido alcanzadas por artillería pesada, ataques aéreos y otras armas explosivas en áreas pobladas, mientras otras están siendo utilizadas como centros de información, refugios, centros de suministro o con fines militares”, denunció Abdi.
Durante el debate, México y Francia recordaron que los ataques a las escuelas son una flagrante violación del derecho humanitario.
El embajador ruso, Vasili Nebenzia, rechazó las “acusaciones absurdas”. Rusia proporciona ayudahumanitaria a niños en la región del Donbás (este de Ucrania), donde desde hace más de ocho años, dijo, el ejército ucranio libra “una guerra civil contra su propio pueblo”. Libro de texto en mano, el diplomático ruso dijo que la enseñanza de la historia a los niños estaba sesgada.
Ucrania pidió a la ONU que actúe para que los menores separados de sus familias puedan reunirse y, una vez más, acusó a Moscú de secuestros de niños ucranios para ser adoptados “ilegalmente por rusos”.
Activan investigación
En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución (33 a favor y dos en contra –China y Eritrea–) para poner en marcha una investigación sobre posibles crímenes de guerra atribuidos por Ucrania a Rusia.
La vicecancillería ucrania mostró un dibujo que, según dijo, fue hecho por un niño de 11 años violado delante de su madre.
“En realidad, perdió la capacidad de hablar después y la única forma de comunicarse es con líneas negras”, afirmó. Reuters no pudo verificar el caso.
Rusia, que niega haber cometido abusos, dejó vacío su asiento en el Consejo con sede en Ginebra en señal de protesta. “En vez de discutir las verdaderas causas de la crisis y buscar formas de resolverlas, el Occidente colectivo organiza otra rutina política para demonizar a Rusia”, dijo el embajador de Moscú ante la ONU en Ginebra, Gennady Gatilov, vía correo electrónico.