Desde que comenzó el ciclo alcista, es decir, julio de 2021 a la fecha, el Banco de México suma ocho incrementos consecutivos a su tasa de interés de referencia, los recientes cuatro de medio punto porcentual y los anteriores de un cuarto de punto. La tasa de referencia del banco central es el costo al que obtienen financiamiento las empresas y familias. Se trata de una herramienta que usa el banco central para impulsar la actividad económica a partir de reducir el costo del financiamiento o para restringirla con el propósito de controlar un alza en la inflación, cuando la aumenta. De esta manera cumple su mandato de preservar el poder adquisitivo de la población; no obstante, al aumentarla se corre el riesgo de desacelerar el crecimiento, pues encarece el crédito de las familias –y por tanto contiene el consumo y con ello las ventas– y el financiamiento de proyectos productivos.