Madrid. La obra de Frida Kahlo vuelve a Madrid después de 40 años y con una exposición en la que además de las 31 piezas únicas de la artista, la mayoría procedentes de la colección del Museo Dolores Olmedo, incluye una nutrida selección de fotografías del mexicano Manuel Álvarez Bravo.
El edificio de la Casa de México en Madrid está repleto de dibujos y símbolos referentes a la artista mexicana, tanto en la fachada como en el interior, donde se agolpan los visitantes que acuden en masa para ver a una de las artistas plásticas más admiradas de la actualidad, cuya figura se ha convertido en ícono del feminismo.
Frida Kahlo: Alas para volar es la primera gran exposición de la artista mexicana en Madrid en cuatro décadas, en las que ha habido alguna pequeña muestra en el museo Reina Sofía.
La Casa de México en Madrid, en colaboración con el Museo Dolores Olmedo, el que posee la mayor colección privada de obras de la pintora, montaron una exposición en la que se pretende reivindicar todas sus facetas plásticas; desde sus primeros retratos y dibujos, su experiencia vital en Estados Unidos, sobre todo en San Francisco y Nueva York, la influencia de Diego Rivera en su obra y todo el desgarro emocional que vivió en los últimos años de su vida.
De las 31 piezas que se exhiben, 26 proceden del Museo Dolores Olmedo y el resto son de coleccionistas privados que no quisieron develar su identidad.
Entre las obras expuestas están algunos de sus autorretratos más conocidos, como La columna rota, Diego y yo, Autorretrato con changuito, Mi nana y yo, y Hospital Henry Ford. La muestra no pretende abordar a Frida Kahlo como personaje, sino como creadora, por eso se intentó poner énfasis a su evolución estética y a su intensa vida intelectual, que se recoge en el abundante material fotográfico que realizó Manuel Álvarez Bravo.
“Deseamos que el asombro y el entusiasmo al encontrarse cara a cara con las obras de Frida permita a los visitantes no sólo conocer más sobre la artista, sino también más sobre sí mismos”, explicó la directora de la Casa de México en Madrid, Ximena Caraza Campos.
Se trata, además, de la primera exposición en este centro cultural y empresarial en el que por primera vez se cobra la entrada a los visitantes (15 euros, es decir, unos 320 pesos), con el objetivo de destinar esos fondos a la dotación de becas para estudiantes mexicanos que quieran hacer un estudio de posgrado en España relacionado con el arte.
Además, al finalizar la exposición, el visitante se encuentra con una tienda creada ex profeso con objetos decorativos, libros, carpetas y hasta manteles relacionados con la figura de Frida Kahlo.
Ese espacio fue una de las exigencias del Museo Dolores Olmedo para prestar su colección y, por tanto, los ingresos de esos objetos están bajo control de esta colección privada mexicana.
La exposición se podrá ver hasta noviembre de este año.