Hasta hace no muchos años, la ley en Marruecos condenaba a los hijos de las mujeres que sostuvieran relaciones sexuales fuera del matrimonio. Y como consecuencia de eso, quienes resultaban embarazadas tenían que enfrentar no sólo vicisitudes legales, sino también sociales. “Mucho ha cambiado en los pasados años, pero no lo suficiente”, criticó la realizadora Maryam Touzani. “Hablamos de un país en el que está prohibido tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, y tener un hijo fuera de éste es básicamente prueba de ello. Así que un niño que nacía en esas condiciones no tenía identidad, ni documentos”.
Hijos fuera del matrimonio
Con el tiempo, la situación y los derechos de estas mujeres y sus hijos ha cambiado. “Ahora pueden tener papeles, pero sigue siendo difícil, hay mucha presión de la sociedad, no tienen los mismos derechos que un hijo nacido en un matrimonio; se trata a las mujeres como parias”, explicó la directora en entrevista.
Como resultado del estigma, en el país islámico, “muchas mujeres tenían a sus hijos escondidas en las calles, en condiciones terribles. Había niños abandonados en los botes de basura, y eso sigue pasando mucho; y pienso que es deprimente que sigamos experimentando cosas así. Las leyes avanzan muy lentamente para proteger a estas mujeres y a estos bebés”, reprochó la realizadora.
El primer largometraje de Touzani, Adam: Mujeres en Casablanca, critica y surge de atestiguar dicha situación, pero también responde a las experiencias que ha vivido la directora marroquí. “Esta película viene de una experiencia personal, una mujer que llegó a la casa de mis padres, quien se convirtió en madre enfrente de mis ojos y cómo tuvo que abandonar a su bebé porque no tenía otra opción. Y experimenté esto con ella hasta el momento en que se separó de su hijo; estuve con ella”, contó.
Maryam recordó esa historia mientras experimentaba un embarazo. “Me di cuenta de lo violento que fue cuando me volví madre. Así que empecé a escribir Adam... cuando comencé a sentir que mi hijo se movía dentro de mí, porque me di cuenta cuán afortunada era de tener a este bebé”, relató.
Pensar en la mujer que tuvo que renunciar a su bebé, la hizo darse cuenta de lo “afortunada que era de poder esperar por este niño con los brazos abiertos cuando ella no tuvo opción”. Así que empezó a escribir sin la intención de hacer una película sobre el tema. “Nunca hubo un momento en el que racionalizara las cosas, en el que dijera: ‘bueno, voy a hacer un guion sobre esto’. En realidad fue una necesidad, una urgencia y así empecé a trabajar”, dijo.
Al mismo tiempo, la cineasta se volvió más sensible ante la mujer de su pasado y aquellas que experimentaban eso todavía. “Por supuesto que para Adam..., como mujer, mi experiencia de maternidad hizo que esta injusticia se volviera incluso más violenta para mí. Así que naturalmente escribí sobre eso, nunca fue algo que planeara con anticipación. Fue algo que tomé porque la vida me llevó ahí, y como mujer mi experiencia también”, señaló Touzani.
Sentimientos, emociones e inspiraciones
Pero a pesar de la crítica implícita en su historia, la realizadora no se considera una persona con la inclinación a pensar de forma intelectual los temas que trata. “En realidad, funciono con sentimientos, emociones, inspiraciones y todas estas cosas que se acumulan, y hay un momento en el que se juntan y encuentran su manera de salir por medio de un guion”, indicó.
Más que desarrollar ciertos temas, lo que Touzani pretende con su forma de hacer cine es hablar de las experiencias que atraviesan las personas. “Siempre abordo personajes que tienen algo que me marca, que me cuestiona, que me acecha. Nunca he escrito pensando en un tema”, explicó.
Y aunque su primer documental está dedicado a la conmemoración del primer Día de la Mujer en Marruecos, Maryam asegura no estar abocada a hablar de las cuestiones de género. “Para mí el cine es sobre lo humano, no es algo que tenga que ver con ser hombre o mujer. Por supuesto que hay temas que me van a tocar más rofundamente e historias que como fémina voy a querer contar, porque las siento diferentes. Pero eso no quiere decir que deba haber un género en el cine en este sentido. No debería ser una cuestión de hombres y mujeres, para mí es sobre contar historias, sin importar quién está detrás de éstas”, sostuvo.
“Es lo humano lo que me toca antes que nada, lo que me conmueve, me inspira y me motiva. No importa que venga de un hombre o una mujer, siempre están las historias que no han sido contadas. Y me siento naturalmente inspirada por estos temas porque estoy muy cercana a ellos, y siento que es una necesidad para mí tener una voz sin intelectualizar las cosas”, puntualizó Touzani.
La historia de Adam: Mujeres en Casablanca, reconocida como parte de la selección oficial de la sección Un Cierta Mirada en el Festival de Cannes, es la manera en que Maryam propone hablar de los temas que aquejan a su sociedad para plantear variaciones, “porque el cambio también viene de modificar las mentalidades y la percepción, porque muchas veces la sociedad es muy cruel con estas mujeres”.
La película de Maryam Touzani ya está disponible en salas de cine mexicanas.