Ante el escenario de violencia que enfrentan los periodistas y defensores de derechos humanos en México, es necesario que las autoridades diseñen una política de protección integral para ambos gremios, en la cual se haga énfasis en las medidas preventivas y en el combate a la impunidad, subrayaron representantes de organismos internacionales.
En un foro sobre el tema, el representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Guillermo Fernández-Maldonado, señaló que aunque en el país existen leyes y tratados en materia de protección a comunicadores y activistas, sigue habiendo una “enorme brecha” en su aplicación.
Por lo anterior, propuso una serie de acciones para mejorar el cuidado de los dos grupos vulnerables, entre ellos “cambiar el paradigma” del actual Mecanismo de Protección, con el fin de transitar de un modelo de otorgamiento de medidas reactivas a uno de protección integral, que cuente con los recursos económicos y humanos suficientes.
Mientra el relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Pedro Vaca, llamó a mejorar la coordinación interinstitucional para proteger a periodistas y defensores, con un enfoque diferenciado por género y región, además de cesar los ataques de funcionarios en contra de la prensa y las organizaciones civiles.
Mientras tanto, la ONU-DH y ONU-Mujeres señalaron que los asesinatos de los periodistas Yesenia Mollinedo, Sheila García y Luis Enrique Ramírez, en sólo una semana, generan “consternación y honda preocupación”, pues reflejan “la gravedad del contexto de inseguridad y violencia en la que deben realizar su importante trabajo” los comunicadores en México.
En un pronunciamiento conjunto, las organizaciones manifestaron que esta situación es “un urgente recordatorio de la importancia de que las autoridades adopten medidas oportunas y efectivas para cumplir con su obligación de garantizar la protección y seguridad de las personas que ejercen el periodismo frente a cualquier posible amenaza, amedrentamiento o agresión”.
El ataque mortal a Yesenia Mollinedo y Sheila García, también “nos recuerda que es fundamental integrar una perspectiva de género tanto en la investigación judicial como en las medidas de protección, teniendo en cuenta la violencia estructural de género y la menor visibilidad de los riesgos que enfrentan las periodistas por ser mujeres”.