Nueva York. Como parte de su inagotable lucha por erradicar las condiciones de esclavitud en los campos agrícolas de Estados Unidos, la Coalición de Trabajadores de Immokalee realizó un plantón y teatro callejero en la zona de lujosas oficinas en Nueva York, en su campaña para obligar a la cadena de comida rápida Wendy’s a sumarse al Programa de Comida Justa.
Frente al edificio en Park Avenue de Trian Partners, principal accionista institucional de Wendy’s, una delegación de jornaleros de los campos de tomate en Florida junto con sus aliados locales -entre ellos líderes religiosos protestantes, católicos y judíos, sindicalistas, estudiantes, integrantes del gobierno municipal de la ciudad y organizaciones inmigrantes- realizó una protesta para continuar con su campaña de presión y boicot de unos ocho años para demandar que la empresa se sume a casi todas las otras cadenas de comida rápida que están dentro del Programa de Comida Justa.
Lupe Gonzalo, de la Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW) declaró que “los abusos de los derechos humanos han plagado a la industria durante demasiado tiempo, y esa es exactamente la razón por la que construimos el Programa de Comida Justa: para poner fin a los abusos y recuperar nuestra dignidad”.
Gonzalo, junto con Gerardo Reyes y otros líderes presentes afirmaron en el acto que Wendy's ha rehusado a sumarse al programa a pesar de que persisten condiciones de esclavitud en el campo estadunidense y por lo tanto es una decisión empresarial cada vez más inaceptable y contraria a la tomada por todas las otras empresas en esa rama.
Ahora, tanto accionistas individuales junto con agrupaciones de consumidores y el CIW, están demandando que se expulse de la junta directiva de Wendy’s a Nelson Peltz -simpatizante de Donald Trump- y otros tres directivos impuestos por Trian Partners ya que ellos encabezaron el rechazo a una resolución aprobada el año pasado por una mayoría abrumadora de los accionistas a favor de otorgar protecciones a los trabajadores en la cadena de surtidores de alimento de la empresa.
Gonzalo dijo a La Jornada que aunque Wendy’s insiste en que sus trabajadores no sufren de esas condiciones, y que además gran parte de los productos agrarios que consume provienen de invernaderos y no de los tradicionales campos de cultivo, “sus trabajadores siguen padeciendo acoso sexual y robo de salarios”.
La CIW ha logrado transformar las relaciones laborales en los campos del sureste de Estados Unidos con cultivadores que se han incorporado a su programa.
La CIW es una organización de derechos humanos fundada y dirigida por trabajadores agrícolas -la mayoría inmigrantes mexicanos, centroamericanos y caribeños- ganadora de la Medalla Presidencial de Estados Unidos, y reconocida internacionalmente por sus logros en los campos de responsabilidad social, esfuerzos contra la violencia sexual, organización comunitaria y la lucha por poner fin a la esclavitud.
El Programa de Comida Justa creado por CIW es una asociación sin precedente entre trabajadores agrícolas, cultivadores y 14 de las principales empresas del sector de alimentos, incluyendo a Walmart, McDonald’s, Whole Foods y Burger King, que establece un código de conducta creado por los trabajadores, en el cual está la cero tolerancia para el trabajo forzado y el acoso sexual, además de incrementar el pago a los jornaleros.
Para mayor información: ciw-online.org