Washington. La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, confió en que la Reserva Federal (Fed, banco central) puede reducir la inflación sin provocar una recesión debido a la solidez del mercado laboral y del balance general de los hogares estadounidenses, el bajo costo de la deuda y la fortaleza del sector bancario.
Yellen afirmó en una audiencia de la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes el jueves que “todas esas cosas sugieren que la Fed tiene un camino para bajar la inflación sin causar una recesión, y sé que será su objetivo tratar de lograrlo”.
Durante la audiencia sobre el trabajo del Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera, agregó que la inflación es el “problema económico número uno” que enfrenta el país y el gobierno del presidente Joe Biden.
“Está teniendo un impacto adverso sustancial en muchos hogares vulnerables y estamos enfocados con láser en abordar la inflación”, dijo Yellen, reiterando las iniciativas del gobierno para mantener bajos los precios de la gasolina a través de grandes liberaciones de petróleo de la Reserva Estratégica y esfuerzos para desbloquear los congestionados puertos del país.
Republicanos intentan culpar al paquete de ayudas del gobierno por la crisis del covid.
Yellen desvió varios intentos de los legisladores republicanos para tratar de convencerla de que culpara de la alta inflación del paquete de gastos de ayuda por Covid-19 de 1.9 billones de dólares del gobierno de Biden el año pasado.
Aseguró que varios factores están alimentando la inflación, incluidos los aumentos en los precios de la energía debido a la invasión de Rusia a Ucrania y los continuos problemas en la cadena de suministro provocados por la pandemia. Añadió, asimismo, que otros países también están experimentando una alta inflación.
“Muestra que hay factores más allá del gasto en Estados Unidos que son críticos para la inflación”, dijo.
Datos del jueves mostraron que el mercado laboral de Estados Unidos se mantuvo ajustado, mientras que la inflación de los precios al productor comenzó a desacelerarse, aumentando 0.5 por ciento en abril en comparación con 1.6 por ciento en marzo, dijo el Departamento de Trabajo.