La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) aseguró que los vuelos en las terminales aéreas del país, particularmente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), se realizan “con las más estrictas condiciones de seguridad, protección, cuidado y atención para los pasajeros” y los aterrizajes fallidos —conocidos como idas al aire— son la maniobra “más segura de todas” para que un avión toque tierra.
Antes, Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) informó que el miércoles en la tarde se instruyó a un avión de Aeroméxico, que llegaba al AICM para que “se fuera al aire”, dado que la pista en que aterrizaría estaba ocupada por otra aeronave. Esto se da a menos de una semana de que algo similar ocurriera en el mismo aeropuerto con un par de unidades de Volaris.
La ida al aire “es un procedimiento usual en la aviación y garantiza la seguridad en las operaciones. No representó riesgo alguno para las aeronaves”, explicó la agencia federal en su cuenta de Twitter, al reconocer que en la pista 05, donde primero se indicó al avión de Aeroméxico que podía aterrizar, estaba ocupada por otro de United Airlines.
Aeroméxico, también a través de la red social, reconoció que la noche del 11 de mayo su vuelo AM762 realizó una ida al aire “en cumplimiento a protocolos de seguridad nacionales e internacionales, debido a que el avión que había aterrizado previamente, demoró en desalojar la pista”.
La aclaraciones se dan luego de la renuncia del exdirector de Seneam, Víctor Hernández Sandoval, las quejas de pilotos por incidentes en las llegadas al AICM a causa de indicaciones erráticas de controladores, así como un video en redes sociales en el que se ve a una aeronave de Volaris en una ida al aire por un situación similar a la registrada el 11 de mayo.
En un comunicado, la SICT recalcó que la “ida al aire” —como se conoce en el medio aeronáutico a lo fallidos intentos de aterrizaje— es considerada la maniobra “más segura de todas para aterrizar en cualquier aeropuerto y es la mejor decisión que el piloto y/o un controlador puedan tomar”. Sin especificarlo, obvió como primera garantía un descenso planificado.
La dependencia detalló que se debe usar la ida al aire cuando una pista está en uso, por situaciones meteorológicas y/o de visibilidad que hacen más seguro seguir volando, por cambios bruscos en la intensidad del viento y fallas eléctricas en la pista o en instalaciones del aeropuerto; o en caso de temblores o terremotos, que obliguen a revisar las condiciones del encarpetado.