Madrid. El periodista e historiador polaco Adam Michnik, editor de revistas independientes, promotor de la defensa de la lucha obrera y ferviente opositor a los atropellos del régimen comunista en su país, fue reconocido con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2022. La elección de Michnik, según el jurado, fue “por su compromiso con el periodismo de calidad y su influencia en la recuperación y en la defensa de la democracia en Polonia”.
Michnik, nacido en Varsovia el 17 de octubre de 1946, recibió la noticia con alegría y como un reconocimiento a la defensa de las libertades en un país que desde hace décadas se pasó al otro extremo, con un gobierno de ultraderecha que está aprobando medidas regresivas y en ocasiones con políticas tildadas de xenófobas y racistas. “Estoy muy contento y agradecido por este premio. Veo en él un reconocimiento a la oposición democrática en Polonia, que tanto aprendió de la transición española. Igualmente, considero que se distingue la labor de Gazeta Wyborcza, que ha aprendido mucho de la prensa independiente española. Es un gran honor para mí recibir este galardón. Gracias”, aseguró Michnik.
El jurado, integrado por académicos y periodistas de varios países y tendencias, resaltó en su acta que “la lucha de Michnik en favor de los derechos humanos y del diálogo lo llevó a las cárceles del régimen comunista polaco, pero no por ello desistió de su firme oposición a la dictadura ni de buscar la reconciliación entre sus conciudadanos”. Añadieron que la concepción de Europa de Michnik “contribuyó a asentar en su país los valores democráticos y constituye, hoy día, un símbolo de la libertad de expresión y del humanismo, así como un ejemplo ético de resistencia frente a las amenazas autoritarias”.
El desencuentro de Michnik con la censura y el poder comenzó en su etapa temprana de estudiante, cuando se formaba en la Universidad de Varsovia en la carrera de historia, a finales de la década de los 70, cuando, por participar en protestas,fue expulsado. De hecho, fue encarcelado en varias ocasiones desde los años 60, fue uno de los fundadores del movimiento KOR (comité para la defensa de los trabajadores) y miembro del sindicato Solidaridad desde su creación en 1980.
Editó varias revistas independientes y formó parte de la dirección de Niezależna Oficyna Wydawnicza, una de las editoriales más destacadas de la oposición polaca. En el denominado “año revolucionario” de 1989 llegó a ser diputado y fundó el periódico independiente Gazeta Wyborcza, del que sigue siendo redactor jefe. Michnik pasó seis años en las prisiones del régimen comunista polaco y fue uno de los impulsores de la reconcilia-ción nacional.
Es autor de varios libros sobre temas políticos e históricos y ensayos traducidos a varios idiomas, como Letters from Prison and Other Essays (1986), The Church and the Left (1992), Letters from Freedom: Post-Cold War Realities and Perspectives (1998) y In Search of Lost Meaning: The New Eastern Europe (2011) (En busca del significado perdido. La nueva Europa del Este, 2013).
Entre los galardones obtenidos se encuentran el Premio de Derechos Humanos Robert F. Kennedy (1986) y el Francisco Cerecedo de Periodismo (España, 1999). En 2011 fue distinguido con la Medalla Goethe del instituto homónimo alemán; en 2015, con el Premio Libertad del Parlamento Lituano; en 2016, recibió el Ortega y Gasset del diario El País; en 2018, el Internacional Primo Levi italiano, y este mismo año, el Premio Gilel Storch, otorgado por la organización sueca que promueve la cultura judía, Judisk Kultur.
Michnik se une así a las otras figuras ya galardonas con los Premios Princesa de Asturias de este año, que hasta ahora son las artistas flamencas María Pagés y Carmen Linares, en el apartado de Artes.