Ciudad de México. En el Día de las Madres, como desde hace 11 años, mujeres que buscan a sus hijos tomaron las calles de la capital del país para exigir verdad y justicia por sus seres queridos. “Basta de impunidad, queremos a nuestros desaparecidos de regreso”, demandaron en el Ángel de la Independencia, luego de marchar desde el Monumento a la Madre. Entre fotografías de sus familiares, reprocharon a las autoridades federales y estatales que no hayan frenado “esta tragedia”, pues hoy suman casi 100 mil desaparecidos.
GALERÍA: “Nada que festejar”, claman madres de desaparecidos en calles del país.
El representante en el país de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Guillermo Fernández Maldonado, aseveró que “no hay en el mundo más madres buscando a sus hijos que en México” e hizo un reconocimiento a aquellas “que buscaron hasta morir, empezando por Rosario Ibarra de Piedra”, quien falleció el 16 de abril pasado y fue “una de las pioneras”.
La movilización, que se inició con una oración ecuménica, partió bajo un sol inclemente del Monumento a la Madre poco después de las 10 de la mañana. Participaron familiares de personas desaparecidas de varias entidades del país, como Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz, Coahuila, Guerrero y estado de México, así como de Centroamérica, quienes dejaron claro su mensaje: “Este día no es de fiesta, es de lucha y de protesta”, “¡hijo, escucha, tu madre está en la lucha!”
La mayoría de los manifestantes acudieron con playeras, gorras y pañoletas con el rostro de sus hijos, mientras otros imprimieron en carteles y mantas las fichas de búsqueda de sus familiares. Algunos más llevaron pancartas en las que se leía: “Yo no duermo, yo no vivo, porque mi hijo no está conmigo”, “hoy, 10 de mayo, mi hija debería estar festejando con su bebé y yo no debería estar marchando para que me escuchen”.
Una de las mamás que asistieron fue Aracely García, quien compartió que su hijo Juan Luis Lagunilla, policía federal, fue desaparecido en Nuevo León. “No sabemos qué pasó con él, sus compañeros sólo nos avisaron que estaba desaparecido”, contó. En entrevista, dijo que a raíz de ello, desde hace 11 años, su familia ya no celebra el 10 de mayo, pues se convirtió en un día “para exigir justicia”.
Aunque en la marcha participaron sobre todo madres, también se sumaron padres y hermanas, algunos, en representación de ellas, porque ya han fallecido.
Es el caso de Lizeth y Maricarmen, quienes buscan a su papá, Gersain Cardona Martínez, desaparecido desde 2009. “Mi mamá murió en 2016 buscando a su esposo, desde 2012 ella venía a la marcha, pero ya somos sólo nosotras”, comentaron.
Antes de llegar al Ángel de la Independencia, el contingente hizo un parada en lo que fue la glorieta de la Palma para reiterar su petición de que sea renombrada como “glorieta de las personas desaparecidas”. Ahí colocaron recipientes transparentes llenos de tierra con fotografías de sus seres queridos.
Ya en el mitin, en la Victoria Alada, los colectivos organizadores de la Marcha por la Dignidad Nacional reclamaron a las autoridades que “después de que pusimos nuestra confianza en elegirlos, permitieron que desaparecieran a quienes más amamos”.
Señalaron que ellos,“como ayer y hoy, son cómplices al permitir que siga habiendo desapariciones y sobre todo que esta tragedia humanitaria envuelva a todo el país”.
En su turno, el obispo Raúl Vera y Fernández Maldonado reconocieron el trabajo de las madres y familiares que buscan a sus seres queridos. Ustedes “son el principal motor que ha movido esta maquinaria humana que se ha desatado, gracias a Dios, en toda la República para obligar a los gobiernos federal, estatal y municipales a la búsqueda de las personas desaparecidas”, expresó Vera.
Fernández Maldonado manifestó que las madres “se han sobrepuesto al dolor y han enfrentado lo que el Estado hasta hoy no ha podido hacer: una investigación y la búsqueda”.
Por la noche, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que el titular de esta dependencia, Francisco Garduño, estableció una mesa de diálogo con las integrantes de la Caravana de Madres Centroamericanas, con el objetivo de “ampliar las vías y procesos de búsqueda”. Refirió que entre los alcances del encuentro está la apertura a los archivos del Registro Nacional Migratorio, para verificar datos de alguno de sus familiares desaparecidos, además de poner a disposición archivos del personal del INM para denunciar algún caso de extorsión.