La conferencia presidencial se dedicó a agasajar a las madres de México en su día. Con sones huastecos de la agrupación Veracruz me llena de orgullo, la rueda de prensa cerró con un jolgorio para las mamás “que ven la mañanera”.
Las Mañanitas, Querreque, La Bamba, Cielito lindo y Serenata huasteca fueron sólo algunas de las piezas interpretadas por el conjunto huasteco, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador observaba sonriente.
El mandatario abrió la conferencia con un mensaje para las madres del país, en especial para las mujeres humildes y trabajadoras, y para las que buscan a sus hijos desaparecidos o cuidan de sus enfermos.
“Muchas felicidades a todas, a las que están sufriendo por sus hijos, por sus desaparecidos; a las que están enfermas o están preocupadas por sus familiares enfermos; a las mujeres humildes, pobres, de todas las comunidades, de todos los pueblos; a las mujeres trabajadoras. A todas las mujeres, a todas las mamás”, apuntó.
El protocolo de la mañanera se cumplió habitualmente. Se dieron detalles en materia de salud y se pasó a la sesión de preguntas y respuestas, aunque con una acotación: sólo preguntaron las mujeres periodistas.
Tras atender varias interrogantes, el Presidente detuvo el ímpetu de las reporteras. “¡Bueno, vámonos ya, hasta se nos pasó (el tiempo)!” Y dio la tercera llamada para los huapangueros.
Los acordes surgidos de las jaranas, las guitarras huapangueras y los violines inundaron el Salón Tesorería de Palacio Nacional; las agudas y características voces del son huasteco retumbaron entre las paredes del histórico inmueble; mientras sobre el tableado jaranero zapateaban una mujer y un pequeño completando la tríada: música, canto y baile.
Acorde a la fecha, el conjunto varió la letra de una de las clásicas del folclor mexicano, Serenata huasteca: “Al ritmo huasteco, les cantamos, madrecitas... Qué voy a hacer, si de veras te quiero, ya te adoré y olvidarte no puedo”.
El Cielito lindo también vio algunos ajustes: “El amor de una madre, cielito lindo, es el más puro, yo lo aseguro con decisión, porque las madres aman, cielito lindo, de corazón”.
Los rasgueos a las cuerdas fueron llenando de fiesta el salón. Uno que otro chiflido se lanzó y la celebración dedicada a las madres se extendió por casi 40 minutos.