El poder adquisitivo de los salarios contractuales tuvo en abril el mayor revés desde octubre de 2017. El incremento promedio pactado en las negociaciones de jurisdicción federal fue en el cuarto mes de este año de 5.4 por ciento nominal –el porcentaje más bajo en lo que va del año–, aumento menor en 2.1 puntos porcentuales a la inflación anual de ese periodo, lo que en la práctica se traduce en la pérdida en la capacidad de compra de los trabajadores, según información oficial.
Al descontar el efecto de la inflación, el dato se tradujo en un retroceso de 2.14 por ciento real, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en abril la inflación fue 7.68 por ciento a tasa anual. El dato correspondiente a abril se trata de la caída más acentuada desde octubre de 2017, cuando se contrajo 2.40 por ciento real.
En marzo el promedio de las revisiones salariales se recuperó 0.68 por ciento en términos reales, pero en el cuarto mes el poder adquisitivo de los trabajadores involucrados mermó. Analistas de Citibanamex destacaron que en el periodo enero-abril las negociaciones de sueldos acumulan una disminución de 0.9 por ciento real, igual a la registrada durante todo 2021.
Desde el cuarto mes del año pasado, a consecuencia de la pandemia las actualizaciones de sueldos no se han recuperado.
En abril se realizaron 244 pláticas obrero-patronales, en las cuales estuvieron involucrados 157 mil 342 trabajadores, el mayor número en lo que va del año.
El alto nivel inflacionario, que se explica por la disrupción en cadenas de suministros por el covid-19 y más recientemente por la invasión rusa en Ucrania, ha provocado que el poder adquisitivo de los trabajadores involucrados en las revisiones salariales no mejore.