Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó este martes un plan para combatir la inflación, la más alta en los pasados 40 años, que pesa en los presupuestos familiares y en su popularidad.
“La inflación es la principal prioridad nacional”, expuso el mandatario al presentar el paquete de medidas que tienen como prioridad atender las alzas de alimentos y energéticos, así como reducir el déficit fiscal, con mayores impuestos a los más ricos.
Lo que pase con la inflación en Estados Unidos –la mayor economía mundial– tiene que ver con México, dado que alrededor de 80 por ciento de las importaciones proceden del país vecino del norte.
Como parte del plan, el gobierno estadunidense liberará más de un millón de barriles de crudo durante los próximos seis meses, para contrarrestar el alza de los precios de la gasolina, agravados tras el inicio del conflicto Rusia-Ucrania.
Biden busca corregir un “error” en la Ley del Cuidado de Salud Asequible (conocida como Obamacare), porque muchas familias no pueden utilizar créditos tributarios para adquirir uno de los planes de salud ofrecidos en el portal del gobierno.
A su vez, pretende reducir los costos de los alimentos incrementando la producción agrícola doméstica al destinar inversiones para pequeñas y medianas empresas. También busca reducir el déficit fiscal mediante mayores impuestos a multimillonarios y grandes empresas.
Señaló que algunas de las “raíces de la inflación” están “fuera de (su) control”, en referencia a la pandemia de covid-19 y los efectos de la guerra de Rusia contra Ucrania.
“Es por eso que asistimos a una inflación histórica en el mundo entero”, insistió al señalar que no se trata de un problema exclusivo de Estados Unidos, aunque aseveró que el país “se encuentra en una posición económica más fuerte que cualquier otra economía avanzada del mundo”. Biden también señaló que “está discutiendo” la posibilidad de eliminar los aranceles punitivos impuestos por su predecesor Donald Trump a China.