Viena. Amenazada por el proyecto de la Superliga, la UEFA decidió ayer en Viena un nuevo formato de su torneo más importante, la Liga de Campeones, a partir de la temporada 2024-2025, con un minicampeonato de ocho jornadas y 36 equipos participantes, en lugar de 32, lo que ofrecerá más encuentros a los difusores.
Al término de su comité ejecutivo en la capital austriaca, la instancia europea adoptó el llamado “sistema suizo”, un minicampeonato inspirado en los torneos de ajedrez, con una primera fase de ocho partidos por cada equipo participante, frente a los seis actuales.
La reforma beneficiará a los grandes campeonatos, pues se atribuirán cuatro plazas adicionales: dos para las federaciones con el mejor rendimiento colectivo de sus clubes en la temporada anterior.
Si el formato estuviese en vigor ahora mismo, eso significaría que el quinto lugar en Inglaterra se clasificaría a la Champions, además de una segunda plaza automática para Holanda. El tercero en la Eredivisie accederá a las rondas clasificatorias.
La repartición de las otras dos plazas nuevas incluye a un equipo adicional de la liga de la federación ubicada en la quinta posición en el ranking de la UEFA –habitualmente ocupado por Francia –, así como a un campeón nacional ampliando de cuatro a cinco el número de clubes que se clasifican a través de la llamada Ruta de los campeones.
Esta modificación, la más radical desde hace 20 años, fue decidida un año después de la tormenta de la Superliga europea, ese efímero proyecto de competición privada lanzado por varios clubes amotinados, incluido el Real Madrid y el Liverpool, que van a enfrentarse el 28 de mayo en la final de la Champions.
“Estamos convencidos de que la fórmula elegida es armoniosa, mejorará el equilibrio de las competiciones y asegurará ingresos sólidos que puedan ser redistribuidos, aumentando además el atractivo y la popularidad de nuestros torneos interclubes”, señaló el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, en un comunicado.
Al estirar la primera fase, el objetivo es contentar a la vez a los difusores, con 189 partidos en total, en lugar de los 125 en la actualidad o los 225 del proyecto inicial; así como a los equipos, que tendrán ingresos por venta de entradas más elevados, incluso en caso de eliminación temprana, y a los telespectadores con duelos atractivos desde el inicio.
Dos aspectos levantaban interrogaciones, en un futbol europeo con un calendario ya saturado y con equilibrios económicos precarios.
Primero, el número de jornadas del minicampeonato, inicialmente fijado en 10, pero reducido a ocho, y después la atribución de dos de los cuatro equipos suplementarios teniendo en cuenta el coeficiente UEFA, una propuesta que favorece a los grandes clubes.