El actor Rodrigo Murray convive en el escenario con Leonardo da Vinci para protagonizar “un juego teatral de transformaciones y desdoblamientos en el tiempo”, que se desarrolla en un monólogo y “desmitifica” al genio renacentista, creador de La Gioconda o Mona Lisa.
A lo largo de hora y cuarto, en Leonardo, Murray, quien actúa, dirige y produce la puesta, se acompaña de una escultura monumental creada por Sebastián (titulada Leonardo 4), la cual “se desenvuelve y nos lleva de un lado para otro, así como yo juego con el tiempo y voy a la Italia de finales de 1400 a principios de 1500, hasta el México convulso del siglo XXI”, explicó en entrevista con La Jornada.
Es un viaje en el tiempo, “en el que no sólo desdoblo la pieza artística, sino me apoyo en tres momentos históricos de la vida de Da Vinci, los cuales divido en fragmentos para contar parte de la vida de Rodrigo. Estos puntos en común, tanto de Leonardo como de Rodrigo, confluyen en el fracaso”.
Murray puntualizó: “Hemos sido educados para ser exitosos, triunfar, pero nunca nos orientaron pensando que para tener éxito hay que fracasar muchas veces. Precisamente, retomo tres momentos de Leonardo, donde parece mentira, pero también fracasó, lo cual lo vuelve un ser de carne y hueso. Es decir, desmitificamos la figura del genio renacentista, de esa única versión que se tiene de él como el más grande inventor de todos los tiempos”.
Leonardo “también era un hombre que sonreía, amaba y se equivocaba, pero el punto de incidencia entre uno y otro tiene que ver con el asunto del fracaso”.
Un hombre fascinante
Justamente, contó el actor, “este año se cumplen 570 años del nacimiento de Da Vinci, quien me maravilla y fascina, pues intentó volar y no pudo; buscó sumergirse en los canales de Venecia y quiso detener el paso del tiempo para lograr la inmortalidad y tampoco pudo. Estudió el comportamiento del corazón para que no se detuviera; en fin hay tantas cosas que no pudo hacer e impresionantes las que sí logró”.
La lección que “nos deja el genio renacentista es cómo vivir la vida, pero salpicada de mucho sentido del humor, como también era Leonardo, y lo muestran sus escritos, las pinturas que hizo de los grotescos de la corte o cómo se divertía haciendo espectáculos teatrales. En realidad, todavía hay mucho que aprenderle a Da Vinci”.
Cómo asume el fracaso Rodrigo Murray, se le preguntó.
Respondió: “A estas alturas de mi vida, lo veo como un aliado; hay que observarlo con una visión distinta a la que nos han enseñado, pues los fracasos nos permiten volver a ponernos de pie. No es una derrota”.
Prueba y error
Por ejemplo, agregó, “el teatro es una máxima de prueba y error o prueba y acierto, y cuando esto último sucede hay que asirnos de ello; el fracaso tiene que hacer lo suyo para permitirnos madurar; si se ve de esta manera, tal vez en lugar de fracasos serían nuestros hallazgos. Yo convivo con los fracasos todos los días, pero reírme es una manera de pasar los malos ratos con buen humor”.
El monólogo, en el que Murray interpreta a varios personajes, cuenta con música de Luis Ernesto Martínez Novelo (LU, bajista del grupo de rock La Gusana Ciega), el diseño de iluminación de Félix Arroyo y el diseño de vestuario de Marcela Valiente.
Acerca de la música, el actor señaló: “Es una pieza maravillosa que se descompone. Así como se desdobla la escultura, sucede con la música de finales de 1400 y nos trae hasta principios del siglo XXI. En la composición se escuchan órganos de iglesia, música medieval, popular, pero también una cumbia”.
El teatro, sostuvo Murray, es su pasión, a manera de relación amorosa, pues “es inspirador, curador y tiene esta cosa fantástica de estar en crisis desde hace unos 3 mil años y así se va a mantener; es un montaje vivo, donde siempre puede pasar lo inesperado, lo extraordinario y, sin duda, es total y absolutamente terapéutico, tanto para el que lo hace como para quien lo ve”.
El monólogo, “poblado de momentos divertidos, enloquecidos y también tristes”, se escribió a partir de una investigación realizada por Murray a lo largo de 15 años, la cual también tuvo diversos borradores.
Leonardo hace una corta temporada durante mayo en el Teatro Xola Julio Prieto, ubicado en Eje 4 Sur 809, colonia del Valle Norte, alcaldía Benito Juárez. Las funciones son los viernes a las 20:30 horas y sábados a las 17 horas.