Las mujeres, acompañadas de algunos hombres, hicieron suyas las palabras del ministro Arturo Zaldívar, las pusieron en carteles y las exhibieron frente al edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación poco antes de, en un acto de “solidaridad y empatía” con sus familiares presos, dejar sus cabelleras en un paño blanco flanqueado por dos banderas nacionales.
“Las cárceles mexicanas están llenas de inocentes (…) O porque los policías o ministerios públicos se confabularon para fabricar los delitos”, dice el ministro en los carteles que mandó hacer el movimiento #HazValerMiLibertad, integrado por familiares de personas encarceladas en el estado de México luego de procesos llenos de irregularidades, de detenciones arbitrarias, torturas y fundados “en las declaraciones de testigos únicos”.
Lady Plácido Arroyo dijo que el denominador común es que sus familiares están en prisión por delitos graves (extorsión, secuestro, asesinato), en procesos fabricados que fueron convalidados por los jueces y pese a que “no hay pruebas contundentes”.
“Venimos a hacerle un llamado al ministro presidente Zaldívar porque, como él ya lo dijo, hay miles de personas inocentes en las cárceles”.
En agosto pasado, miembros del colectivo se mantuvieron en huelga de hambre durante 19 días, frente al palacio de gobierno en Toluca, en demanda de que se cumpla la ley de amnistía aprobada hace dos años por el Congreso local. Demandaban que 25 personas encarceladas mediante procesos irregulares sean beneficiadas por la citada ley. Frente a la falta de respuesta, decidieron trasladar su protesta a la capital del país, para pedir la intervención del máximo tribunal del país.
Mientras se preparaba la peluquería, varios oradores denunciaron que la fabricación de delitos en el estado de México se ensaña con las personas pobres. “Ahí es un delito ser moreno y andar mugroso del trabajo”.
El movimiento, en el que participan profesores, recicla y adapta consignas de la CNTE: “¡De norte a sur, de este a oeste, sacaremos a los presos, cueste lo que cueste!”; “Lucha, lucha, no dejes de luchar, por los presos inocentes no vamos a parar”; “De noche, de día, exigimos amnistía”.
Enrique, Edmundo y Heriberto Santiago Lorenzano están presos desde hace 14 años acusados de asesinato. Su hermana Esmeralda llevaba ese mismo tiempo sin cortar su cabellera.
“Nos raparemos para darle reconocimiento y empatía a todas y todos los presos inocentes… (Vamos a) romper la imagen de mujer sumisa, estigmatizada y violentada… No tengo vergüenza de mostrar mi rostro, mi rostro de dignidad, este simple gesto es un acto de amor, de rebelión y libertad”, dijo al micrófono antes de ver caer una cabellera que casi le llegaba a los tobillos, a manos de un muchacho disfrazado de juez.
Las cabelleras de Esmeralda y otra docena de mujeres terminaron en una manta blanca frente al supremo tribunal.