Madrid. Frente a los abusos de las multinacionales de la energía como Iberdrola, el ex vicepresidente del gobierno español, Pablo Iglesias, puso como ejemplo la política energética del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que a su juicio representa “una gran lección” en la “defensa de los intereses del país y de sus ciudadanos”.
Iglesias, que abandonó la política en mayo del año pasado tras cosechar un sonoro fracaso electoral en las elecciones madrileñas, ahora funge como tertuliano en diversas emisoras de radio y televisión.
El ex líder y fundador de Unidas Podemos (UP) reconoció recientemente que desde que abandonó la política institucional “ya” no tiene “ningún problema en hablar con la verdad” y sin filtros de ningún tipo. Con ese espíritu se refirió en su programa La Base a las recientes y polémicas declaraciones del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en las que tildó de “tontos” a los consumidores españoles que siguen teniendo contratada la tarifa regulada de la luz, que a su vez es indispensable para optar a ayudar públicas en los sectores más vulnerables de la sociedad.
Iglesias recordó que el actual gobierno español, del socialista Pedro Sánchez, del que él mismo formó parte hasta hace sólo un año y del que su partido forma parte de la coalición, se limitó a darle “un regañito” al empresario de la multinacional vasca por sus palabras.
Iglesias se refería a la respuesta que dio la vicepresidenta primera del gobierno, Nadia Calviño, que es a su vez la responsable de la política económica del gobierno y que le recriminó a Sánchez Galán la “falta de sensibilidad” frente al sufrimiento de la gente y de los más vulnerables.
Para Iglesias la reacción del gobierno español fue “insuficiente” y acto seguido explicó lo que para él sería un sueño, que él mismo no pudo llevar a cabo “porque a veces los gobiernos tienen menos poder que los empresarios”. Así lo explicó el ex líder de UP: “No me digan que no molaría (gustaría) ver a un gobierno acabando con el sistema marginalista de fijación de precios de la energía que es una estafa o ver al gobierno haciendo una empresa pública de energía, o qué narices, nacionalizando Iberdrola, molaría todo”.
Después citó la experiencia de México y del mandatario López Obrador, que a su juicio “ha hecho una reforma valiente en su país que frena el proceso de privatización. Y, añadió: “En la experiencia mexicana hay una gran lección, cuando hay voluntad política se pueden defender los intereses de su país y los de sus ciudadanos y no quedarse sólo en regañitos. Les aseguro que López Galán teme más los hechos de López Obrador que las regañinas de nuestro gobierno”.
Durante el debate se hizo referencia a los números ex ministros y ex presidentes del gobierno español que han sido contratado por las empresas energéticas y los beneficios históricos que obtuvieron en los últimos años, pese a la crisis humanitaria que sufre el país y el mundo a causa de la pandemia y de la crisis financiera agudizada por la guerra en Ucrania.
Iglesias irrumpió en la política española en enero del 2014 y se convirtió en la primera formación de izquierda, en la que convivían agrupaciones históricas como el Partido Comunista Español (PCE), en formar parte de una coalición de gobierno con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Su primer cargo público, al margen de su acta de diputado, fue precisamente como vicepresidente, que asumió en el año 2019.
Su salida de la política también fue abrupta, tras decidir concurrir a las elecciones autónomicas de Madrid del año pasado, en las que sufrió una derrota contundente, al conseguir la última plaza de los cinco candidatos que concurrieron a los comicios. En la misma noche de ese fracaso electoral decidió abandonar la política y dedicarse a la tertulia política.