Cuba devolvió a México un histórico objeto “lleno de significados”. Se trata de una pistola que el presidente Francisco I. Madero mandó a hacer para regalársela al general revolucionario Francisco Villa, pues entre ellos había una estrecha relación.
El arma estaba en posesión del historiador cubano Eusebio Leal, ya fallecido. Cuando su familia supo que el presidente Andrés Manuel López Obrador visitaría la isla, la entregó al gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel para que fuera devuelta a México, indicó el mandatario durante la mañanera de ayer.
Dijo que hablará con la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y con el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto, para definir dónde exhibirla.
“Puede ser en el Museo de Historia; (o) aquí tenemos el mausoleo donde estuvo preso Madero, la antigua Intendencia de Palacio (Nacional) que está dedicada al Apóstol de la Democracia, ahí puede ser, nada más que aquí tenemos la dificultad de las visitas, pero vamos a ver si en (el Museo de) Antropología. Pero se va a mostrar y se va a contar la historia.”
López Obrador recordó la relación entre ambos revolucionarios. El triunfo en la batalla de Ciudad Juárez, que fue central en la lucha maderista y contó con el apoyo del Centauro del Norte y de Pascual Orozco. Tras esa victoria se pactaron los acuerdos de paz, la renuncia de Porfirio Díaz y el establecimiento de un gobierno interino que convocó a comicios, en los que Madero fue elegido.
Cuando Villa estuvo a punto de ser fusilado por Victoriano Huerta –quien aún no traicionaba a Madero–, el presidente intervino para evitarlo. Se le envió preso a la Ciudad de México y el revolucionario logró escapar. “Hay una versión de que pactó (con Madero) la fuga”, comentó López Obrador. Y aludió que aun cuando era un hombre fuerte, Villa lloró ante la tumba de Madero “porque le tenía mucho afecto”.