Bogotá. Al menos ocho muertos y centenares de poblaciones paralizadas a punta de pistola y amenazas en redes sociales es el saldo de la arremetida que lanzó la banda del extraditado capo del narcotráfico Otoniel, cuando restan tres semanas para las elecciones presidenciales en Colombia.
Pese al despliegue militar, el Clan del Golfo completó ayer cinco días de “paro armado” en el norte del país, en venganza por la entrega de Dairo Antonio Úsuga, Otoniel, a la justicia estadunidense tras su captura en octubre.
Aunque el mayor daño lo han causado en las vías, donde incendiaron casi 190 vehículos, los pistoleros del capo mataron a ocho personas, entre ellos tres civiles, de acuerdo con el balance parcial de autoridades.
También en esta ofensiva fueron abatidos tres militares y dos policías. En el municipio de Santa Fe de Antioquia, una “caravana humanitaria” escoltada por las tropas fue atacada con explosivos, indicó el ejército.
“Un soldado y un integrante de la Policía Nacional fueron asesinados” y cuatro miembros más de la fuerza pública sufrieron heridas, informó el mando militar.
En la mayor demostración de fuerza de los cárteles de la droga en tiempos recientes, el Clan del Golfo también frenó la actividad en centenares de municipios de nueve de los 32 departamentos de Colombia.
Mediante mensajes de audio por redes sociales el cártel atemoriza a pobladores impidiéndoles movilizarse o cualquier otra actividad, so pena de ejecutarlos, indicó Héctor Espinosa, gobernador de Sucre.
Los traficantes de Otoniel salieron a carreteras, con armas cortas y fusiles, a detener vehículos y prenderles fuego, tras bajar a sus ocupantes.
Ante la amenaza, localidades de Antioquia, Chocó, Córdoba, Sucre y Bolívar –los departamentos más afectados– optaron por el encierro.
En principio, mediante un panfleto, la organización anunció que el “paro armado” iría hasta la noche de este martes.
El presidente Iván Duque prometió ayer una respuesta más contundente contra la banda que, según estimaticiones oficiales, mueve entre 30 y 60 por ciento de la cocaína que se produce en el país, el mayor proveedor mundial de esa droga.
Unidades combinadas de policía y ejército han capturado a 175 presuntos miembros del cártel y les ha decomisado armas, munición y granadas.
Diezmado tras años de persecución, el Clan del Golfo llegó a contar con alrededor de 4 mil hombres, entre informantes y pistoleros. El centro independiente de estudios Indepaz estima que su base ahora ronda los mil 600 integrantes.