Ciudad de México. Los criptoactivos son un riesgo para la estabilidad de las economías nacionales y el sistema global, ya que podrían usarse para eludir las medidas de gestión de flujos de capital, alertó Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al tiempo que reiteró la necesidad de avanzar en una regulación al respecto.
De acuerdo con una nueva investigación del organismo, los criptoactivos son un riesgo macrofinanciero debido a que, dada la forma en que se desarrollan, podrían desafiar la capacidad de las autoridades para monitorear los flujos de capital y sus medidas de gestión a través de intermediarios regulados.
El documento considera que la participación de los criptoactivos sigue siendo relativamente pequeña —de 2 a 3 billones de dólares, o alrededor del 1 por ciento del valor total de mercado de los activos financieros—, pero se han vuelto un instrumento importante para los pagos y las inversiones especulativas en algunos países.
Vietnam, India y Pakistán encabezan los 20 países con la mayor adopción de criptoactivos, pero entre ellos también se encuentra Estados Unidos. El FMI asegura que con este rápido crecimiento, las monedas digitales estables han ganado cuota de mercado y el mercado de las finanzas descentralizadas ("DeFi") se ha convertido en una industria multimillonaria
Según el estudio, uno de esos riesgos macrofinancieros es la "criptoización", lo cual sucede cuando los criptoactivos, especialmente las monedas estables, pueden reemplazar la moneda local como medio de cambio, reserva de valor o incluso como unidad de cuenta, “particularmente en países plagados de alta inflación y volatilidad del tipo de cambio”.
Además, las características descentralizadas, sin fronteras y seudónimas de los criptoactivos los convierten en instrumentos potencialmente atractivos para eludir las medidas de gestión de flujos de capital, lo cual se agrava por los vacíos legales y regulatorios, según el FMI.
El organismo recomienda acuerdos de colaboración internacional para la implementación de modelos de detección de anomalías e indicadores de bandera roja que adviertan de riesgos en los flujos de criptoactivos, los cuáles pueden usar los indicadores de detección de anomalías del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), marco que se usa para rastrear lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.