Las altas importaciones de fertilizantes para abastecer las dos terceras partes de la demanda nacional y cuyo precio aumentó en más de cien por ciento desde 2021, ha llevado a que agricultores utilicen menos dosis, en detrimento de los cultivos o a que dejen de sembrar, lo que impactará en la producción de alimentos.
En el país se fabrican tan sólo 2 millones de toneladas del insumo, ante una demanda de 6.5 millones, incluso el gobierno federal lo importa para cubrir parte de los apoyos del programa de fertilizantes.
La relevancia es tal, que de 22 millones de hectáreas cultivadas en el territorio nacional, en 15 millones se utilizan fertilizantes, señalan reportes del Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP), y ese insumo representa 30 por ciento de los costos de producción. México es el sexto mayor comprador de fertilizantes nitrogenados en el mundo y el séptimo de urea, indican estudios de 2020 de Naciones Unidas.
El precio puede ser el menor de los problemas
Aun así, el alto costo de los abonos podría ser el problema menor, ante el riesgo de que en el futuro inmediato haya desabasto e impacte negativamente en las cosechas, sostuvo Marcel Morales, experto en temas agrícolas y director de Biofábrica siglo 21.
Rusia, actualmente en conflicto bélico con Ucrania, es de los principales productores de fertilizante y ha tomado la decisión de reducir las ventas.
Estimó que, con los altos costos de los químicos de mejora de cosechas, habría desplome en la producción de maíz y frijol, ya que sembraron menos superficie o utilizaron dosis más bajas, lo que va a significar menores rendimientos.
La carestía de los fertilizantes data de hace dos décadas, cuando la tonelada de urea, el que más se utiliza, pasó de mil 900 pesos a 8 mil en 2019, y ahora llega hasta a 24 mil pesos, indicó. En 2021, los precios crecieron por arriba de cien por ciento, indica información del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
A esto se agrega el aumento que se dio al comenzar el conflicto bélico de Rusia y Ucrania: en el primer trimestre del año la urea tuvo un alza de 72.4 por ciento respecto del mismo periodo de 2021, indicó.
En el alza de los precios de fertilizantes incide el incremento en los bienes para su producción, ya que datos del Banco Mundial indican que en 2021 el gas natural subió 91 por ciento y el petróleo 67 por ciento. A esto se añaden las interrupciones en los flujos del transporte de mercancías debido a la pandemia de covid-19, lo que ha contribuido a que los agricultores reporten mayores precios al menos cada 15 días, desde octubre pasado.
El país es altamente dependiente de las importaciones. El año pasado ascendieron a 4.4 millones de toneladas, lo que equivale a 65 por ciento del total del consumo nacional.
De esas compras externas, 30 por ciento provienen de Rusia. Mientras en el país se produjeron en 2021 tan sólo 2 millones de toneladas, 500 mil menos que en 2019, indican datos del SIAP, que refiere que el descenso en esta producción comenzó desde 2013, cuando se generaron 2 millones 82 mil toneladas.
En tanto, la Sader distribuyó en el programa de fertilizantes del año pasado, 185 mil toneladas, de las cuales 55 por ciento importó y anunció desde abril que se ampliará la operación a agricultores de maíz de comunidades indígenas de nueve estados.
En 1991 comenzó la privatización de las unidades de Fertimex y para 1993, las 12 plantas distribuidas en las regiones centro, golfo y noreste del territorio nacional ya eran privadas, se estima que tenían una capacidad instalada para producir 4.5 millones de toneladas.