La Habana. Desde el Palacio de la Revolución, como signo de los nuevos tiempos de la relación, apenas unos momentos después de recibir la Orden José Martí (máximo reconocimiento que el gobierno cubano otorga), el presidente Andrés Manuel López Obrador condenó “la perversa estrategia” del bloqueo estadunidense a Cuba, utilizado para impedir el bienestar del pueblo de la isla. Expresó también su esperanza “de que la revolución cubana renazca en la revolución. Que la revolución sea capaz de renovarse”.
GALERÍA: Realiza AMLO gira de trabajo en Centroamérica y Cuba.
Aunque la agenda marcaba un mensaje a medios, ante el presidente Miguel Díaz-Canel, el mandatario mexicano optó por una larga evocación de los vínculos bilaterales. Visiblemente emocionado recordó la figura de Fidel Castro, un “gigante” de la historia, y expresó su “convicción y fe de que en Cuba se están haciendo bien las cosas con el propósito de que se haga la revolución en la revolución. Es la segunda gran enseñanza, la segunda gran lección de Cuba para el mundo. Este pueblo volverá a demostrar que la razón es más poderosa que la fuerza”.
Por la tarde, fuera de la agenda oficialmente difundida, López Obrador se abrió un espacio para realizar una visita privada al ex presidente y comandante de la revolución Raúl Castro. Fue un encuentro celebrado bajo la mayor discreción antes de que el mandatario mexicano se trasladara al aeropuerto internacional para abordar un vuelo comercial que lo trasladó de regreso a México, dando por concluida su gira por la región.
Para López Obrador, el estado actual del continente obliga a un viraje en la situación de encono surgida de la premisa América para los americanos. “Es tiempo de la hermandad y no de la confrontación. Es el momento de una nueva convivencia entre todos los países de América porque el modelo impuesto hace años está agotado. Hay que hacer a un lado la disyuntiva de integrarnos a Estados Unidos o de ponernos en forma defensiva”.
El mandatario afirmó ante las delegaciones de Cuba y México que “a título personal, sostengo que yo nunca he apostado, no apuesto ni apostaré al fracaso de la revolución cubana, a su legado de justicia y a sus lecciones de independencia y dignidad. Yo nunca voy a participar con golpistas que conspiran contra los ideales de igualdad y fraternidad universal”.
Remembranzas
Casi 50 minutos de remembranzas históricas de la relación bilateral, con un crucial énfasis en la entrañable relación de Martí con México, un gran independentista cubano que salió de territorio mexicano tras un golpe militar perpetrado por Porfirio Díaz.
En el apretado recorrido por la historia –que en su etapa contemporánea incluyó un nuevo llamado a sustituir a la Organización de Estados Americanos (la misma que en los albores de la revolución expulsó a Cuba de su seno)–, ratificó su visión de que debe adaptarse una estructura similar a la de la Unión Europea, bajo las particularidades regionales, y reiteró su llamado a que la próxima Cumbre de las Américas se realice sin exclusiones.
Momentos después, Díaz-Canel reconoció la “posición firme” de López Obrador para rechazar “el bloqueo genocida impuesto por Estados Unidos”, el cual se ha endurecido en la actualidad. “La revolución cubana le asegura que continuará su marcha triunfante”, apuntó en referencia a las alusiones obradoristas a la “revolución en la revolución”. Mucho más breve, resaltó la cooperación bilateral y respaldó igualmente las críticas de López Obrador a convocar una Cumbre de las Américas en un entorno de exclusión de algunos países.
Con la Orden José Martí, el Presidente se sumó a la larga lista de personalidades que han merecido esta distinción por su trayectoria y aportación histórica. Nelson Mandela, Salvador Allende, Hugo Chávez, Evo Morales, entre muchos otros personajes de la historia reciente. En su caso, por su esfuerzo a favor de la integración regional, la solidaridad con la revolución cubana a través de la condena al bloqueo y la búsqueda de la justicia social más allá de las fronteras.
En su discurso, abrió un espacio para expresar sus condolencias por las víctimas mortales de la explosión registrada en el hotel Saratoga el viernes pasado.
Hay que buscar nuevas opciones basadas en el diálogo con los gobernantes de Estados Unidos, con respeto a la soberanía de los países y las formas de gobierno, dijo.
López Obrador definió que las tendencias de crecimiento globales auguran un declive del peso económico de la región en favor de una presencia creciente de China que, en un horizonte de 30 años, pasaría a controlar 64 por ciento del mercado mundial.
En el último punto de su gira, la agenda oficial se concentró durante la mañana, para concluir hacia el mediodía con una comida privada. Chachachá, trova, mambos y danzón interpretados por la Orquesta Pailde para romper la formalidad que desde temprano prevaleció en el protocolo de las visitas oficiales en Cuba: ofrenda floral al Monumento a José Martí y visita posterior al memorial del ilustre personaje de la historia cubana.