En un contexto en el que cada año disminuye la producción y aumenta la demanda de maíz, dando pie a mayores importaciones, es imposible que en el corto plazo México sea autosuficiente en este grano, es decir, que la producción local alcance para satisfacer las necesidades de toda la población, coincidieron analistas; sin embargo, recalcaron, es posible lograrlo en el mediano o largo plazos, siempre y cuando el gobierno aplique las políticas adecuadas para incentivar al campo.
Datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) indican que de 2017 al cierre de 2021 el consumo de maíz blanco y amarillo en México se ha incrementado 10 por ciento al pasar de 40.7 millones de toneladas a 44.8 millones de toneladas anuales; en tanto, las importaciones se han disparado 25 por ciento en el mismo periodo al ir de 14.1 millones a 17.7 millones de toneladas.
En tanto, la producción nacional no sólo no ha avanzado en el periodo referido, sino que ha caído 3.5 por ciento, al ir de 28.2 millones a 27.2 millones de toneladas. Asimismo, el organismo estima que este año la producción volverá a caer, mientras que el consumo y las importaciones seguirán en aumento.
Ante este panorama, y como respuesta a la alta inflación que enfrenta el país, el gobierno puso en marcha un plan para controlarla, el cual incluye un apartado que busca fortalecer la producción de granos, especialmente la de maíz, donde México es deficitario, pues importa alrededor de 40 por ciento del que consume la población, ya sea como alimento propio o como engorda para animales.
Las 17 millones de toneladas que importa cada año México para satisfacer su demanda local son en su totalidad maíz amarillo, utilizado como alimento para animales, lo que de acuerdo con Álvaro Hérnandez, profesor investigador de El Colegio de México (Colmex), en un ambiente de encarecimiento de grano, afecta a las familias con menos recursos, pues se ve reflejado en inflación en proteínas como carne, leche y huevo.
Eficiencia y sequías, el reto
Para el experto del Colmex es imposible que en el corto plazo México logre la autosuficiencia en maíz, en primer lugar debido a que estados con gran producción como Sinaloa, Jalisco, Michoacán y Chihuahua han experimentado fuertes episodios de estrés hídrico en las últimas décadas, lo que desde hace unos años se ha intensificado.
Otro punto a destacar, dijo Juan Carlos Anaya, director general del GCMA, es la poca eficiencia de los productores, pues 70 por ciento de ellos tienen menos de cinco hectáreas, donde en promedio cultivan de 2 a 3.5 toneladas en cada una. Dicha cifra contrasta con los productores medianos y grandes, quienes llegan a cosechar hasta 12 toneladas por hectárea, lo que deja ver que hace falta eficiencia en los procesos.
Nery Echeverría, director comercial de la División Agrícola de Bayer México, ve complicado que México logre la autosuficiencia en maíz debido a que ya no hay mucho espacio para cosechar, ante lo cual es necesario aumentar la eficiencia por hectárea y desarrollar políticas de apoyo al campo, lo que puede tardar por lo menos 10 años.
En este sentido, agregó el investigador del Colmex, en el mediano y largo plazos México puede alcanzar autosuficiencia en este y otros cultivos, siempre y cuando el gobierno aplique políticas que incrementen la productividad, lo que significa la adopción de paquetes tecnológicos, el uso de semillas mejoradas, introducción de sistemas de riesgo y todo tipo de medidas que permitan aumentar el rendimiento por hectárea.
Asimismo, dijo, hay que incrementar la actividad en los estados del centro y sur del país, donde hay condiciones adecuadas que históricamente han sido desaprovechadas.
“Para todo esto no basta con promesas, se requiere, además de voluntad política, de un gran presupuesto. Asimismo, los apoyos al campo no deben limitarse a políticas sociales, sino también deben ser productivas, dado que sólo estas últimas lograrán que los productores sean más eficientes, y con ello llevar al país a la autosuficiencia”, concluyó.