Quito. Al menos 44 presos murieron y 10 resultaron heridos, muchos de ellos de gravedad, tras un violento enfrentamiento registrado el lunes entre bandas rivales vinculadas con el narcotráfico en una cárcel de Ecuador, donde en medio de la situación 220 presos aprovecharon para fugarse.
En una actualización al final de la tarde, el ministerio del Interior detalló esas cifras en su cuenta de Twitter, mientras decenas de agentes se encuentran desplegados en las carreteras de acceso y salida de la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, en cuya cárcel estatal se produjo el motín que inició en horas de la madrugada.
Por su parte, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo que los privados de la libertad de una organización salieron de sus celdas y atacaron a los de otro grupo delictivo. “Jamás quieren rehabilitarse y lo han demostrado con hechos, son los hechos los que los definen. Lo que se vivió en el centro (carcelario) de la ciudad de Santo Domingo fue una crueldad”, sostuvo el funcionario.
Destacó que a simple vista “se puede evidenciar que los que perdieron la vida fueron ajusticiados con arma blanca, la mayoría de cuerpos tienen esas características” y ofreció la ayuda del gobierno a los familiares para trasladar los cuerpos a sus sitios de origen.
Añadió que se encontraron armas de fuego, granadas y otros materiales en poder de los presos de la cárcel Bellavista ubicada en esa ciudad, 70 kilómetros al suroeste de Quito.
La policía confirmó que tras la intervención de grupos tácticos y de asalto el centro de reclusión quedó nuevamente bajo el control de las autoridades, especialmente el pabellón de máxima seguridad, donde se produjeron los hechos.
Vídeos que circularon en las redes sociales mostraron la cárcel, aún a oscuras, y gritos y disparos que provenían de su interior.
Del total de fugados, un total de 112 presos fueron recapturados por los uniformados en las afueras de esa prisión, donde a las dos de la madrugada se iniciaron los actos de violencia.
En los últimos años las cárceles de Ecuador se han convertido en escenario de violentos ataques entre reclusos, principalmente debido a disputas entre bandas relacionadas con el narcotráfico y rutas de exportación de droga presuntamente vinculadas con cárteles mexicanos. El último de estos motines, que dejó 20 fallecidos, se registró a inicios de abril.
En marzo Amnistía Internacional aseguró en su informe anual que al menos 316 presos murieron como producto de enfrentamientos en las cárceles ecuatorianas durante 2020, el más grave ocurrido en septiembre de ese año con un saldo de 119 fallecidos. Las masacres fueron producto de enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes rivales.