El pasado 5 de mayo, el presidente de la empresa energética española Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, arremetió contra los consumidores que continúan bajo el régimen de la tarifa regulada de electricidad, al tildarlos de “tontos”, ya que dicha cuota depende de la venta mayorista de los recursos energéticos que se necesitan para producir electricidad, por ejemplo el gas.
Un día después en la cuenta de Twitter de la empresa apareció un mensaje a manera de disculpa: “Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, desea pedir sinceras disculpas en el caso de que alguien se hubiera sentido ofendido por unas frases expresadas de forma coloquial, que no trataban de zaherir a nadie, y manifiesta su máximo respeto por todos los consumidores”.
El mensaje vino después de que autoridades españolas criticaran las palabras de Galán e incluso le pidieran que ofreciera una disculpa.
“Me parece asombrosa la falta de empatía, la ligereza y el tono con el que se habla de un tema tan importante para las familias y ciudadanos y también para la economía española”, dijo a la televisión española la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.