En medio de una nube de humo, cuyo olor la mayoría identifica, un hombre con atuendo alusivo a la mariguana gritaba feliz: “¡El encierro se acabó, la mota no!”, mientras llevaba a su boca un porro. Él fue uno de los casi 3 mil participantes en la 22 Marcha del Día Mundial por la Liberalización de la Mariguana, movilización que se reanudó tras dos años de pandemia.
En un ambiente de algarabía en la mayor parte del trayecto, de música, batucada y consignas, los consumidores de la hierba exigieron ayer “legalización, sin privatización” y que se deje de criminalizar a los consumidores, “respeten nuestro derecho a fumar y al cultivo libre” de la planta.
El contingente se desplazó del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino y afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) comunicaron que el próximo miércoles los ministros discutirán un proyecto sobre la posesión del cannabis. Uno de los oradores instó a sus compañeros a acudir ese día a manifestarse, porque “ya nos cansamos de que nos criminalicen, que nos digan que somos delincuentes. Hay que demostrarles que esta banda tiene derechos”.
A pie, en bicibleta y en moto, los “pachecos y pachecas” se sumaron a la caminata, incluso algunos llevaron mascotas. Al paso de los caminantes, la humareda no dejaba lugar a dudas. “Son los pachecos, los mariguanos”, comentaban algunos transeúntes que sacaban fotos y videos, mientras otros sonreían al ver la temática de la marcha.
Marco Montiel, del colectivo Tianguis Sexodisidente, compartió a La Jornada: “Soy consumidor desde hace más de 20 años, queremos que la legalicen, pero más allá de que sea un negocio, sea algo para sanar nuestra salud”. Asimismo, criticó: “Siempre las élites se apropian de todos los medios” y agregó que la mariguana debe legalizarse, pero no privatizarse.
Los manifestantes remarcaron que “no es un delito andar como quiero” y que “cultivar, transportar y consumir es tu derecho”, además de lanzar loas a la hierva. “¡Viva la mota!”, se escuchó con insistencia frente al máximo tribunal del país.
A partir de las 14 horas los consumidores de mariguana se reunieron frente al Ángel de la Independencia. Uno de ellos fue profusamente celebrado porque iba disfrazado de porro. Alrededor de la glorieta, los comerciantes ambulantes aprovecharon para ofertar todo tipo de objetos alusivos a la característica hoja: banderines, banderas verde, amarillo y rojo con una hoja de mariguana al centro, cachuchas, adornos y cubrebocas alusivos, entre otros.
Después de las 16 horas, el contingente avanzó, y después de una hora y media arribaron al Zócalo. En el trayecto demandaron “apoyo a la legalización de la cannabis”, aseguraron que se requiere “educación, no prohibición” y gritaron que los “pachecos, unidos, jamás serán torcidos”.
Desde el camión que llevaba el sonido se invitó a “manifestarse por la mota legal, el cultivo de la mariguana, vamos por los clubes cannábicos” y también se invitó a los transeúntes “a sumarse a la banda”, mientras algunos, orgullosos gritaban “somos mariguanos”.