Pekín. Con fragmentos del himno nacional o alusiones a melodías subversivas, los chinos dan muestras de imaginación para esquivar la censura en línea y expresar su descontento ante las restricciones contra el covid-19.
El gigante asiático vigila de cerca Internet y los censores borran los contenidos que presentan desfavorablemente la política del Estado “cero covid”, por la que los 25 millones de habitantes de Shanghái están confinados desde principios de abril.
Para evitar la censura de una foto, los internautas recortan ligeramente sus bordes o la invierten como en un espejo, lo que frustra el programa de filtrado automatizado, que funciona con inteligencia artificial, y para que no borren sus comentarios, usan alusiones o juegos de palabras.
Desbordados, el mes pasado no lograron impedir la difusión viral de un video titulado Voces de abril, que recogía en seis minutos historias de habitantes de Shanghái desamparados ante el confinamiento. Al modificar muy ligeramente este video de seis minutos, consiguieron burlar los programas de filtrado, que en un primer momento sólo podían identificar la versión original.
Los habitantes de Shangái están “dispuestos a pagar el precio” para difundir opiniones críticas en Internet, explicó Lüqiu Luwei, antigua periodista que enseña en la Universidad Bautista de Hong Kong. “Las dificultades, el descontento y la ira asociados al confinamiento superan ampliamente el temor a ser castigado”, estima.
Los medios de comunicación públicos insisten casi exclusivamente en los aspectos positivos, ignorando al mismo tiempo las dificultades personales de los habitantes.
Los casos confirmados de covid-19 desde el principio de la pandemia ascienden a 516 millones 990 mil 175, con 6 millones 250 mil 433 decesos, informó la Universidad Johns Hopkins.