Belfast. El partido Sinn Fein de Irlanda del Norte, impulsor de la unificación de esa provincia británica con la República de Irlanda, prometió el sábado comenzar una “nueva era” con su virtual victoria en las elecciones regionales, aunque para gobernar deberá superar la amenaza de una parálisis política.
El lento escrutinio de los comicios que se celebraron el jueves para designar a los 90 legisladores de la asamblea regional daba al Sinn Fein una ligera ventaja frente al Partido Unionista Demócrata (DUP, por sus siglas en inglés), favorable al mantenimiento de Irlanda del Norte en el seno de la monarquía británica.
En Belfast, el recuento da, al cierre de esta edición, al Sinn Fein 27 de los 88 escaños declarados, contra 24 para el DUP. Pero el Sinn Fein ya obtuvo más sufragios de primera preferencia (29 por ciento frente a 21.3 por ciento para el DUP), lo que le convierte en el primer partido de Irlanda del Norte, y se descarta un cambio de tendencia.
“Pareciera que el Sinn Fein está emergiendo como la principal fuerza política” norirlandés, admitió el líder del DUP, Jeffrey Donaldson.
Esta sería la primera vez que el partido republicano encabeza el Parlamento regional desde la división de la isla, en 1921.
“Hoy comienza una nueva era”, declaró la vicepresidenta del Sinn Fein, Michelle O’Neill, antes de conocerse los resultados.
“Independientemente de los orígenes religiosos, políticos o sociales, mi compromiso es hacer que la política funcione”, sostuvo.
Pero el acuerdo de paz del Viernes Santo, que en 1998 puso fin a tres décadas al conflicto entre republicanos católicos y unionistas protestantes, establece un reparto del poder entre ambos campos.
Las negociaciones se anuncian sin embargo difíciles, dado que los unionistas se niegan a integrar el gabinete mientras persistan los controles aduaneros entre la isla y el resto del Reino Unido, establecidos por los acuerdos del Brexit.
La crisis en el Ulster volvió a asomar en febrero con la renuncia del jefe de gobierno unionista Paul Givan, en desacuerdo precisamente con las normas aduaneras del Brexit.
Otro dirigente del DUP, Edwin Poots, advirtió que las negociaciones podrían durar “semanas, con suerte, e incluso meses”.
O’Neill, que centró su campaña en asuntos económicos y sociales, llamó a los unionistas a entablar un “debate sano” y estimó que la prioridad del nuevo Ejecutivo debe ser la lucha contra el fuerte incremento del costo de la vida.