Al término de la 15 edición del Foro Social Mundial (FSM), realizado en México del primero al 6 de mayo, las organizaciones participantes advirtieron que los gobiernos han utilizado la pandemia “para dar un poder injustificado a los grandes laboratorios privados”.
Igualmente, alertaron de una mayor precarización del trabajo, a consecuencia de esta circunstancia sanitaria, en áreas de por sí afectadas por los años de neoliberalismo, es decir, la pandemia significó un recrudecimiento de la precariedad laboral y social. “Los gobiernos han utilizado la pandemia para atacar las libertades democráticas, para promover diversas restricciones a los derechos del pueblo y, sobre todo, para dar un poder injustificado a los grandes laboratorios privados, primeros beneficiarios de una pandemia universal provocada por la acción irracional del capitalismo”.
Este es uno de los 12 puntos de las conclusiones de esta edición denominada “Construyendo juntos una agenda común para otro mundo urgente y necesario”, que contó con la participación de más de 3 mil integrantes de movimientos sociales, procedentes de 30 naciones, se informó en conferencia de prensa.
El encuentro en México marcó la vuelta a las actividades presenciales del FSM y a ratificar su compromiso hacia la acción y resistencia.
Participaron grupos como la Unión General de Trabajadores de Túnez, parte del cuarteto tunecino ganador del Premio Nobel de la Paz en 2015, así como activistas de distinta índole procedentes de África, Asia, Oriente Medio, América Latina y Europa.
Con distintos matices, se refirieron a la necesidad de atender la situación pospandemia, en particular tras el cierre de empresas, el alto nivel de desempleo y de ocupación informal, además de factores como la inflación que han reducido el poder de compra del salario.
“Nuestra organización ha tratado de proteger a los trabajadores para reducir el impacto del covid”, indicó la organización gremial tunecina.
En el posicionamiento final del FSM se indica que la violencia económica, social y cultural es una forma de guerra permanente a la que está sometida la humanidad, la cual sólo puede detenerse con un cambio radical del sistema.
Luego de nombrar conflictos en distintas latitudes del planeta, los participantes lamentaron la manera en que se impone lo que calificaron como arrogancia neoliberal.
“La desestabilización, las guerras, la represión violenta y la instrumentación del terrorismo se imponen en todas las regiones. Las corrientes ideológicas reaccionarias y los populismos de extrema derecha son cada vez más activos”.
El anfitrión de la clausura, Hegel Cortés Miranda, director de la Escuela de Administración Pública de la Ciudad de México, dijo que el común denominador de todas las sesiones fue generar una definición alterna al neoliberalismo, al dominio del mundo por el capital o por cualquier forma de imperialismo.
Estos foros, añadió, fueron un encuentro singular, rico en ideas, en un contexto plural, libre, democrático y horizontal.
“Un mundo más humano donde no falte trabajo a nadie” y que “concluya la explotación del ser humano por el ser humano”, expresó.