Ciudad de México. Desde el punto de vista energético, el uso de automóviles eléctricos representa un ahorro, pues el costo operativo –en usos como transporte público o de mercancías– se reduce a una cuarta parte, en comparación con un vehículo que utiliza gasolina, de acuerdo con expertos.
Germán Carmona Paredes, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, señaló en entrevista que “el principal atractivo del vehículo eléctrico es el costo de operación”, es decir, el costo energético, que representa un ahorro de entre 25 y 35 por ciento por kilómetro recorrido comparado con una unidad de combustión interna o que usa combustible fósil.
Mencionó que si se busca adquirir un auto eléctrico para uso particular para ahorrar combustible, se puede caer en un error, pues la inversión inicial se recupera cuando las unidades se utilizan para transporte público o de mercancías.
Explicó que en el caso de los taxis, recorren diariamente entre 180 y 200 kilómetros, por lo que destinan entre 400 a 450 pesos en gasolina, mientras un eléctrico sólo consume entre 80 y 100 pesos diarios. “Ahí es donde está el gran beneficio del costo de los vehículos eléctricos, en los costos de operación”, dijo.
Agregó que el costo de inversión es recuperable cuando se destina a fines laborales, pues un taxi tiene la necesidad autonomía –capacidad de moverse sin necesidad de recargar energía– del orden de 200 a 230 kilómetros de autonomía, un vehículo eléctrico comercial ofrece 300 kilómetros.
Resaltó que los automóviles eléctricos nuevos cuestan entre 550 mil y 600 mil pesos, mientras modelos equivalentes, como un Aveo o Versa, cuestan entre 250 mil y 280 mil pesos, prácticamente la mitad.
Héctor Romo, socio líder de impuestos de la región Bajío de KPMG México, destacó entre las ventajas de los vehículos eléctricos –que incluye a los híbridos, híbridos enchufables y totalmente eléctricos–, el ahorro en el consumo de energía y la reducción de emisiones contaminantes. Segunda, estímulos fiscales, ya que no pagan tenencia, y la tercera es que permiten la circulación diaria.
Entre las desventajas, apuntó, se encuentran la menor autonomía respecto a uno de combustión interna. “La autonomía es una desventaja en los autos totalmente eléctricos, porque restringen tu rango de movilidad en el sentido de encontrar una recarga en camino”, dijo.
Otra desventaja son los tiempos de recarga, tener 50 por ciento de energía en un eléctrico requiere 45 minutos, mientras para los que usan gasolina es de cinco minutos.
Al preguntarles por separado sobre si la infraestructura puede convertirse en un obstáculo, sobre todo por la necesidad del consumidor de contar en casa con instalaciones especiales, la opinión de los expertos difirió.
Carmona Paredes consideró que el circuito que requiere un vehículo eléctrico en un hogar no es complicado, pues la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene la opción de contratar un circuito especializado con medidor propio y tarifas preferenciales.
Por su parte, Romo comentó que la infraestructura en México aún es endeble para los totalmente eléctricos, lo cual representa un retraso frente a otros países.