El Atlético de San Luis avanzó a la Liguilla. Lo hizo con dignidad y venció 3-1 a Monterrey con el boleto para cuartos de final. Rayados fue eliminado tras los fallos imperdonables desde los 11 pasos, después de conseguir el empate 2-2 en el último minuto.
El portero del San Luis, Marcelo Barovero, debió salir en hombros y los tres que regalaron sus tiros, Vincent Jansen, Maxi Meza y Rodolfo Pizarro, que cobraron sin entusiasmo, debieron marcharse con la cabeza baja y llenos de vergüenza.
Monterrey tenía la obligación de lavar su imagen luego de la irregularidad que mostraron en el torneo.
En cambio, para San Luis, después de cumplir su misión más apremiante al evitar otro descalabro financiero y tener que pagar la multa millonaria por quedar en los últimos lugares del cociente, lo del repechaje ya era en sí un premio.
Jansen abrió la puerta para Rayados. A los 18 minutos, recibió un centro de Erick Aguirre, que el Toro controló en plena carrera, primero el pecho y después la derecha decidida.
Al volver del descanso, San Luis tenía otra cara. Y Facundo Weller metió al equipo a la disputa por ese boleto a la siguiente fase. La pelota que le mandó Jhon Murillo llegó a tiempo para que desde un costado empujara con la zurda y empataran el encuentro.
Casi de inmediato, otra vez San Luis resultó efectivo, Weller devolvió el favor y en un desborde envió la pelota para que Murillo rematara de cabeza y remontara el marcador 2-1 para poner un pie en los cuartos de final.
Rayados se volcó entonces a corregir, pero las buenas artes del portero Marcelo Barovero impedían el empate. Ya en tiempo agregado, La Pandilla consiguió el empate con un gol providencial de Michell Rodríguez y la ruleta de los penales lo decidió todo.