Londres. El Chelsea será vendido a un consorcio encabezado por el inversionista deportivo estadunidense Todd Boehly, lo que pondrá fin a 19 años de propiedad y a las cuantiosas inversiones de Roman Abramovich, antes de que el oligarca ruso fuera sancionado y obligado a deshacerse del club de la Liga Premier.
El precio de venta de 3 mil 100 millones de dólares es el más lucrativo para un equipo deportivo en todo el mundo, pero Abramovich no podrá recibir las ganancias, que él espera se destinen a una fundación para las víctimas del conflicto en Ucrania. Se han comprometido otros 2 mil 200 millones de dólares para invertir en los campeones reinantes de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA.
Tras rechazar varias ofertas, el Chelsea dijo ayer que los términos para la compra del club del oeste de Londres se habían acordado con un consorcio que incluye a Boehly, uno de los dueños de los Dodgers y accionista menor de los Lakers de la NBA y los Sparks de la WNBA, además de Mark Walter, el multimillonario suizo Hansjorg Wyss y fondos de la firma privada Clearlake Capital.
La Liga Premier tiene que aprobarlos como los nuevos propietarios y el gobierno debe avalar la compraventa bajo los términos de la licencia que le permite al Chelsea continuar operando como negocio hasta el 31 de mayo, mientras sea uno de los activos congelados de Abramovich.
El multimillonario ruso ha dicho que cancelaría préstamos de más de mil 900 millones de dólares al club, pero eso se ha complicado por las sanciones que impuso el gobierno británico como parte de una ofensiva contra los rusos adinerados que tienen vínculos con el presidente Vladimir Putin tras la incursión rusa en Ucrania.
Se había comentado que Abramovich podría fungir como conciliador en el conflicto, pero no ha habido una postura pública de él.