La 42 Convención General Ordinaria del Sindicato Minero concluyó ayer con la exigencia de que haya una política laboral incluyente, que tome en cuenta a los trabajadores, y un llamado al gobierno federal para que intervenga y se logre la solución inmediata de las huelgas de Cananea, Taxco y Sombrerete, que están a punto de cumplir 15 años, así como en el rescate de los cuerpos de los trabajadores de Pasta de Conchos.
En su discurso de clausura, el dirigente nacional del gremio, el senador Napoleón Gómez Urrutia, comentó que el presidente Andrés Manuel López Obrador “debe voltear a ver a los organismos sindicales que comparten su proyecto de transformación, porque si bien los empresarios invierten, crean y emplean, no son todo” .
Ante los delegados de las más de 70 secciones que integran el Sindicato Minero, que en los últimos tres días discutieron la problemática de ese organismo, Gómez Urrutia recordó que para expropiar el petróleo, el presidente Lázaro Cárdenas convocó a todo el pueblo y se rodeó de los trabajadores, y lo mismo se pudo haber hecho en esta administración en el caso de la reforma eléctrica o la revocación de mandato. “Los gremios democráticos pudieron movilizarse en sus zonas de influencia y apoyar esos proyectos”.
Es momento, insistió, “de hacer una alto en el camino y revisar la política laboral puesta en marcha, porque si bien hay empresarios responsables, la mayoría no tiene responsabilidad social, sólo piensa en cómo obtener más ganancias”. Hay, dijo, gran concentración de la riqueza en unas cuantas familias, mientras buena parte de los mexicanos apenas sobreviven.
Después de que el presidente de la 42 Convencion General Ordinaria, Jesús Jiménez, dio a conocer los resolutivos, aprobados por unanimidad, el líder minero advirtió que “con apego al derecho y la justicia, llegaremos hasta donde sea necesario para que se resuelvan las tres huelgas, que en julio cumplen 15 años”.
Reveló que ni las pláticas en la Secretaría de Gobernación han tenido avances, y las autorides de la Secretaría del Trabajo han mostrado una actitud “complaciente y flexible con el dueño de Grupo México, Germán Larrea, quien escatima el pago que corresponde a los huelguistas de Cananea, Taxco y Sombrerete, en una actitud de total avaricia, ya que pese a que ganó 20 mil millones de dólares adicionales durante la pandemia, pretende que el gobierno federal sea el que asuma parte del gasto”.
Los delegados exigieron asimismo que se acelere el rescate de los restos de los 63 mineros que desde hace 16 años están sepultados en Pasta de Conchos, en Coahuila. Al respecto, Gómez Urrutia comentó que las autoridades de la Secretaría del Trabajo reprodujeron “el plan perverso” que desde un principio propuso Larrea, y en lugar de ir directamente a sacar los restos, que están a 150 metros, decidieron abrir alrededor nuevos tiros o túneles.
Ello implica, subrayó, que van a tardar tres o cuatro años en llegar a los cuerpos, pero mientras están explotando el carbón de esa mina: “un gran negocio que al parecer es del ex gobernador de Coahuila Rogelio Montemayor”.
En la ceremonia de clausura estuvieron presentes dirigentes de los Stell Workers de Estados Unidos y Canadá, así como de otros organismos minero-metalúrgicos internacionales, a quienes el senador de Morena reconoció su respaldo, mientras las consignas de los delegados no dejaban de oírse.
En ese ambiente, resaltó la incorporación de Imelda Jiménez al comité ejecutivo nacional del gremio, convirtiéndose en la segunda mujer que ocupa un lugar en esa instancia; asumió la cartera de asuntos políticos.