Pekín. La política de “cero covid”, que implica confinamientos y pruebas masivas a la población, es costosa para la economía, advirtieron expertos en China después de que el presidente Xi Jinping llamó a continuar la medida.
Los resguardos de la gente penalizan a la economía, y si se generalizara en todo el país hacer pruebas cada 48 horas, como se lleva a cabo en algunas ciudades, podría costar a China hasta 2.3 puntos de crecimiento este año, según el banco Nomura.
En tanto, el gobierno se felicita por la estrategia sanitaria, pues le atribuye un número reducido de fallecimientos, en comparación con los millones de decesos que ha dejado la pandemia en el resto del mundo.
Las autoridades de China informaron que los colegios en Pekín, la capital, seguirán cerrados una semana más en un intento por contener el último brote registrado en la ciudad.
Por otra parte, las autoridades de Shanghái declararon ayer el fin del “peor brote de coronavirus” del país e indicaron que la situación se encuentra “bajo control efectivo”, luego de que desde el 28 de marzo los 25 millones de habitantes de la capital económica de China estuvieron sometidos a restricciones y confinamientos estrictos.
“Actualmente las medidas de prevención y control de la epidemia han mejorado, y la situación se encuentra bajo control”, aseveró el número dos de la alcaldía, Wu Wing, en declaraciones a la cadena de televisión CNA.
Prevén apertura de supermercados
Otros medios informaron que comenzará la reapertura de supermercados y plantas automotrices.
Wu explicó que desde el pasado 22 de abril la incidencia de contagios ha disminuido paulatinamente en la ciudad, que aporta 4 por ciento del producto interno bruto de todo el país, si bien alertó que existe la posibilidad de que se produzca un nuevo brote, por lo que la ciudad no puede aún bajar la guardia.
En un inicio se intentó dividir a la urbe en dos y confinar sólo uno u otro lado, pero el incremento de contagios obligó a aplicar una cuarentena total en la que se ordenó a los 27 millones de habitantes de Shanghái a permanecer en sus casas mientras los hospitales se llenaban de infectados. Las autoridades se toparon con dificultades al entregar alimentos.
El cierre de Shanghái ha repercutido, además, en el mercado global debido al cierre de las fábricas de la zona y la falta de suministros.
La pandemia ha dejado 516 millones 512 mil 677 casos confirmados y 6 millones 248 mil 932 decesos, según la Universidad Johns Hopkins.