San Cristóbal de Las Casas, Chis. Integrantes del Movimiento de Parteras de Chiapas Nich Ixim, exigieron su reconocimiento oficial “para que no se pierdan estos conocimientos ancestrales que existían antes de la medicina” y porque su trabajo es necesario para la atención de las mujeres.
“Lo que queremos es que sea reconocido el trabajo que hacemos como parte de la salud de las mujeres y los bebés para que no se pierdan estos conocimientos ancestrales”, dijo Rosa Hernández Girón, una de las dirigentes de la agrupación.
“Hay que seguir con este conocimiento porque es tan bonito, y es parte de la vida del ser humano. Muchas como nosotras traemos ese don y estos conocimientos ancestrales o los descubrimos. Queremos exhortar a las jóvenes y hombres, que también pueden ser parteros”, a que sigan la tradición de este trabajo.
Entrevistada en el contexto del Día Internacional de la Partería, añadió que este oficio “no es algo que se compre y se vende en cualquier mercado, sino que se adquiere con el ejercicio del trabajo”.
Comentó que “en palabras, las instituciones de salud nos reconocen, pero exigimos que se establezca en la ley. En 2005 se hizo en algunas partes una evaluación sobre la competencia laboral de las parteras y algunas fuimos certificadas y nos sentimos muy orgullosas porque salimos competentes”.
Hernández Girón manifestó que “sigue en pie la confianza de las mujeres en nosotras porque saben que se hace bien el trabajo. En caso de complicaciones se tiene que trasladar a las mujeres a la unidad médica y tenemos la obligación de decirles durante el embarazo que se tiene que trasladar si es necesario. La gente está sabedora de eso”.
Expresó que “hoy, 5 de mayo, día de batalla de Puebla, seguimos luchando también. Las que estamos aquí somos voceras de las mujeres que están tras las montañas que también están atendiendo a las mujeres y bebés; queremos que este mensaje llegue hasta el último rincón del mundo para que nos reconozcan como parteras tradicionales”.
Su compañera, Mary Villatoro Santiago, señaló que durante los dos años anteriores de pandemia, “se nos amontonó el trabajo porque los hospitales estaban cerrados y no atendían partos; las embarazadas acudían con nosotras y no tuvimos complicaciones”.
Aseguró que las parteras no cobran una tarifa fija por atender un parto, sino que, según sus condiciones económicas, “las mujeres dejan 20, 50 o 70 pesos. No podemos poner una tarifa porque nuestro trabajo lo hacemos por amor a las mujeres”.