Roma. El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas urgió el jueves a que los puertos ucranianos sobre el Mar Negro se abran nuevamente para permitir el envío de exportaciones de trigo y maíz, pues muchas naciones pobres dependen de ellas.
La agencia citó el caso de Yemen, un país empobrecido y devastado por la guerra y que importa más de la mitad de su trigo de Ucrania o Rusia, y que depende del transporte marítimo para sus importaciones de alimentos.
Los puertos en el sur de Ucrania, que han sufrido fuertes bombardeos, deben reanudar sus operaciones “para proteger la producción agrícola ucraniana y permitir las exportaciones que son fundamentales para la economía de Ucrania y la seguridad alimentaria mundial”, destacó el Programa.
Ucrania mueve la mayoría de las exportaciones por los puertos
De acuerdo con la agencia, antes de la guerra iniciada por Rusia, 98 por ciento de las exportaciones de granos de Ucrania se movieron a través de esos puertos.
Además, señaló en un comunicado, un mes después de que comenzara la guerra el 24 de febrero, los precios de exportación del trigo habían aumentado 22 por ciento y los del maíz 20 por ciento.
El miércoles, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, también dijo que el problema de la seguridad alimentaria mundial no puede resolverse sin restaurar la producción agrícola de Ucrania y los envíos de alimentos y fertilizantes de Rusia al mercado internacional.
“Nuestro análisis indica que la guerra en Ucrania solo está empeorando las cosas, poniendo en marcha una crisis tridimensional que está devastando los sistemas alimentarios, energéticos y financieros mundiales de los países en desarrollo”, advirtió.
Alemania busca asegurarse el suministro de gas
Alemania comenzó a llenar el jueves la enorme instalación de almacenamiento de gas de Rehden, abandonada por la empresa rusa Gazprom, informó el gestor designado por el Estado, mientras la mayor economía de Europa trata de protegerse del riesgo de que Moscú corte el suministro de gas.
“A partir de hoy se están inyectando pequeños volúmenes”, dijo Egbert Laege en su primera entrevista en el cargo.
El gas ruso es vital para Europa y para Alemania en particular. Sin embargo, las sanciones occidentales por la invasión de Ucrania por parte de Moscú y el inminente plazo fijado por Rusia para los pagos en rublos, que la mayoría de los compradores han rechazado, han puesto en duda el suministro.
Gazprom abandonó el mes pasado su negocio Gazprom Germania, que incluía el mayor almacén de gas de Europa occidental en Rehden, al deteriorarse las relaciones diplomáticas.