Ciudad de México. Los inversionistas en el mundo se lanzaron a vender este jueves, tanto instrumentos de renta variable (acciones) como bonos de deuda gubernamental, ante temores de que el banco central estadounidense tenga dificultades para disminuir la inflación más alta en 40 años y, encima, que se tenga una amenaza persistente de una recesión en Estados Unidos, la mayor economía del mundo.
Tras el desenlace de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos el miércoles, la aversión al riesgo entre los inversionistas se disparó este jueves, al desplomar los mercados accionarios, disparar la rentabilidad de la deuda gubernamental y fortalecer al dólar.
En Wall Street, tras el repunte de 3.12 por ciento el miércoles, el Nasdaq se hundió ayer 4.99 por ciento, a 12 mil 317.69 puntos, su peor jornada desde junio de 2020, cuando Estados Unidos confirmó un resurgimiento de la pandemia. De ese modo el índice tecnológico tocó su menor valor desde noviembre de ese mismo año.
El Dow Jones cayó 3.12 por ciento, a 32 mil 997.97 enteros, pasando de un salto de 900 puntos a una caída de mil puntos en tan sólo 12 horas. Por su parte, el S&P 500 retrocedió 3.56 por ciento, a 4 mil 146.87 unidades, con todos sus sectores y 95 por ciento de sus empresas perdiendo terreno. Se estima que los mercados accionarios estadounidenses perdieron 1.3 billones de dólares de valor de capitalización.
La rentabilidad de la deuda, en especial la de Estados Unidos, volvió a repuntar con fuerza, un efecto del aumento de la tasa de referencia en aquel país decidido por la Fed el miércoles, que aumento el rendimiento de los instrumentos denominados en dólares.
El interés del bono estadounidense a 10 años se ubicó en 3.066 por ciento, niveles no vistos desde finales del 2018. El mercado al parecer no le creyó a Jerome Powell y que la Fed deberá ser más drástica en futuras alzas de tasas, por lo que se mantendrá la volatilidad, mientras la inflación no muestre un punto de inflexión y confirme que ya ha alcanzado su pico y comience efectivamente a ceder, explicaron analistas.
El efecto en México
Ante la aversión al riesgo, el dólar se fortaleció frente a casi todas las monedas internacionales, pues su índice, el DXY, que mide su comportamiento frente a las principales monedas mundiales, se apreció 0.94 por ciento, a 103.562 puntos, su mayor incremento desde el 2020.
Así, el peso mexicano se depreció frente al dólar 1.10 por ciento, equivalente a 22.18 centavos, para cerrar en 20.3026 unidades por dólar spot.
De acuerdo con el Banco de México, la paridad peso-dólar operó entre un máximo de 20.3200 unidades y un mínimo de 20.1090 unidades.
Por su parte, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) perdió el nivel de los 51 mil puntos, al retroceder 1.76 por ciento, para cerrar en los 50 mil 529.95 puntos. La caída del precio de las acciones de Cemex (4.81 por ciento); Cementos Chihuahua (4.44 por ciento); Alsea (1.33 por ciento); América Móvil (2.16 por ciento); Asur (1.80 por ciento); Bachoco (1.30 por ciento); Grupo México (1.77 por ciento) lideraron la caída del mercado mexicano.
El petróleo extendió su avance de la jornada anterior, ya que los futuros del WTI avanzaron 0.61 por ciento, a 108.47 dólares por barril, aunque durante la jornada llegaron a cotizar arriba de los 111 dólares, luego de que la OPEP+ ratificara un aumento limitado de la producción tras la propuesta de la UE a la prohibición de las importaciones rusas. Petróleos Mexicanos mantuvo la cotización de la mezcla mexicana en 104.18 dólares.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus (OPEP+) acordó un incremento en producción por 432 mil barriles diarios, luego de que la Unión Europea anunció un plan para prohibir importaciones de hidrocarburos rusos. Los precios del petróleo subían ligeramente a pesar del anuncio.