La labor de las parteras podría salvar cada año, de aquí a 2035, unas 4.3 millones de vidas, además fomenta el parto natural, la lactancia materna, promueve la salud y el bienestar de las mujeres y los recién nacidos, destacó Guadalupe Hernández Ramírez, presidenta de la Asociación de Parteras Profesionales (APP).
En conferencia de prensa organizada por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) con motivo del Día Internacional de la Partera (cinco de mayo), la titular de la APP destacó que las acciones de estas profesionales de la salud “contribuyen al empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género” y destacó que debe invertirse en “más en educación y formación de alta calidad” de este sector.
“Cuando las parteras cuentan con toda la educación y regulación necesarias para ejercer, están integradas en equipos multidisciplinarios que las apoyan y desempeñan su actividad en un entorno propicio pueden prestar cerca del 90 por ciento de las intervenciones esenciales de salud sexual y reproductiva de mujeres, niñas y adolescentes a lo largo del ciclo vital”.
Al recordar que la Asociación Internacional de Matronas cumple 100 años de existencia, remarcó que hay unas 900 mil parteras en 120 países de Europa, América, Asia y Africa, no obstante “el mundo necesita otras 900 mil parteras más, principalmente en países de ingresos bajos y en el continente africano.
Sobre la interrupción legal del embarazo (ILE), indicó que la partería profesional tiene “competencia en ese campo” y resaltó que en el país “el aborto es un derecho, y sabemos que los abortos inseguros son la cuarta causa de muerte materna”.
Precisó que desde la APP “hemos acercado todos los recursos en cuestión de capacitación, de los marcos legales que ya existen en México y las causales que ya están aprobadas para poder tener una ILE, y no solo es cuando una mujer decide no estar embarazada, sino también lo que significa para ellas cuando tienen un aborto incompleto o aborto en evolución, y se encuentran en áreas inaccesibles para la atención de salud, y las únicas que están allí para apoyar a estas mujeres son las parteras”.
Juan José Jiménez, director del Hospital General de Tulancingo, indicó que en nosocomios de segundo nivel es “complicada la aceptación por parte de los médicos especialistas a la incorporación de campos clínicos de la partera profesional, no es sencillo. Seguimos con una cultura estancada, sin embargo, el inicio del cambio esta en cada unidad hospitalaria”.
Alina Bishop, partera profesional y consultora del Unfpa, destacó que la labor de la partera no tiene porqué incomodar a los médicos gineco-obstetras o pediatras, pues sus tareas son complementarias y precisó que la atención de las parteras profesionales contribuye a lo que señala la NOM-007 sobre la atención del embarazo, parto y puerperio con calidad y respeto a los derechos humanos, dignidad y cultura.
Jiménez expuso que el Hospital de Tulancingo “desde el 21 de diciembre del año pasado echamos a andar un proyecto en el área de ginecología y obstetricia, que se denomina Area Rosa”. Allí se han atendido 140 partos con parteras profesionales, el proceso “es más amigable” y se fomenta la “lactancia materna exclusiva en el periodo post-parto”.