Ciudad de México. Al insistir en que Cuba, Venezuela y Nicaragua deben estar en la Cumbre de las Américas, el canciller Marcelo Ebrard dijo que no tuvo respuesta positiva de altos funcionarios del gobierno de Joe Biden. “Fueron muy respetuosos; no nos dijeron que desechan nuestra propuesta, pero sabemos que su posición es diferente (a la nuestra)”, señaló.
El funcionario federal estuvo en Washington, donde conversó por separado con los secretarios de Estado, Anthony Blinken, y de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, sobre migración y los preparativos para la Cumbre de las Américas, que se realizará en junio en Los Ángeles.
Con estas reuniones, México y Estados Unidos intensificaron las negociaciones para acordar una estrategia regional de atención a la crisis migratoria que el gobierno de Biden prevé que se acreciente con el levantamiento del Título 42, la orden de salud pública que ha impedido el ingreso de solicitantes de asilo.
Acompañado por el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, y el jefe para América del Norte de la cancillería, Roberto Velasco, Ebrard relató en conferencia transmitida por la Secretaría de Relaciones Exteriores, que se reunió primero con Mayorkas, con quien habló sobre el levantamiento del Título 42. El estadunidense ha señalado que su gobierno prevé que crezcan los niveles de migración en cuanto esto suceda, y planteó a Ebrard que se debería trabajar en un esquema regional para enfrentar el tema.
Se intensifica diálogo sobre migración
Ebrard planteó a ambos funcionarios que México propone la realización a corto plazo de una conferencia en Centroamérica, con el fin de presentar una estrategia para el desarrollo económico y la creación de empleos en la región, en la que participen empresas y gobiernos locales, así como para hablar del número de puestos de trabajo que se podrían crear en la zona.
En la noche, la Casa Blanca destacó en un comunicado que en el encuentro con Ebrard, “Blinken destacó cómo la Cumbre de las Américas se basará en la sólida colaboración entre Estados Unidos y México, especialmente en lo que se refiere a democracia, energía limpia, cambio climático, tecnología y resistencia a las pandemias”.